Conocer cuáles son los retos del mercado actual es indispensable para todo empresario y, en el caso de las agroempresarias, se hace obligatorio debido a las nuevas prácticas agrícolas sustentables que imperan en ese sector.
Por esta razón, es que el Centro Empresarial para la Mujer en la Agricultura (CEMA), adscrito al Colegio de Ciencias Agrícolas (CCA) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), llevó a cabo un adiestramiento, en días pasados, en el que las participantes tuvieron la oportunidad de escuchar, de parte de especialistas y comerciantes, las más recientes tendencias en el consumo de alimentos agrícolas, al igual que alternativas de mercadeo para sus productos.
De los talleres se beneficiaron 50 egresadas del CEMA, que provinieron de distintas partes de la isla.
“El mercadeo es uno de los grandes retos que tienen todos los agricultores de Puerto Rico, particularmente cuando tienen que ajustar su proceso de producción agrícola a las realidades cambiantes de su entorno económico y de negocios. Está cambiando el clima, los patrones de consumo, los consumidores y la realidad económica del país y, por lo tanto, ellos tienen que estar haciendo ajustes”, expuso la doctora Gladys González Martínez, director del CEMA.
La misión fue desarrollar en las participantes nuevas estrategias de mercadeo, basadas en la situación económica actual y en una agricultura en armonía con el ambiente, según sostuvo la también catedrática del CCA.
“Queremos que ellas entiendan muy bien y adopten en su plan de mercadeo, el hecho de que ellas tienen que producir para los consumidores”, explicó.
Por ello, los talleres y las charlas giraron en torno a los temas: quiénes son los consumidores finales de mis productos, que ofreció la doctora Alexandra Gregory, catedrática del Servicio de Extensión Agrícola del CCA; producción sustentable, a cargo del doctor Bryan Brunner, investigador de la Estación Experimental Agrícola (EEA), también adscrita al CCA; productos pecuarios y orgánicos, por la agrónoma Sonia Carlo; estrategias de mercadeo para productos diferenciados, a cargo de la doctora Carmen Álamo, de la EEA; del portón al consumidor, que dictó el doctor Jorge González, del Departamento de Economía Agrícola; y compromiso con productos locales, que brindó el agrónomo Jorge Ramírez y Juan Carlos Biver, de Estela Restaurant.
La sorpresa del día fue la presencia del reconocido chef Enrique L. Piñeiro, quien se dirigió a las presentes para hablarles sobre sus experiencias como empresario y la importancia que también reviste para los chefs el uso de los productos locales.
“Gracias a Dios, he tenido la oportunidad de entrar en otra faceta, ahora como manufacturero de mis propios productos como sofrito, ajos, etc. y ahí también estamos bien comprometidos con lo que es la materia prima local. Le compramos a tres fincas en Puerto Rico los ajíes, el recao, el cilantrillo, la albahaca y los pimientos para el sofrito porque eso es bien importante para nosotros y es nuestro compromiso”, indicó, en un aparte con Prensa RUM.
Asimismo, Chef Piñeiro mostró su satisfacción de poder compartir sus vivencias profesionales con las empresarias.
“Es un honor y un orgullo porque para que todo esto continúe evolucionando, hace falta mucha educación y parte de esto, es dejarles saber a ellas, lo que sentimos nosotros los chefs, las necesidades que tenemos, porque somos quienes estamos detrás de las cocinas de muchos restaurantes”, apuntó.
Otras que dieron detalle de sus vivencias con sus empresas fueron algunas de las propias participantes, quienes además son egresadas del CEM. Ese fue el caso de Lucemy Velázquez, dueña de Café Lucero, quien habló sobre su desarrollo como caficultora y su evolución como propietaria de tres coffee shops en Ponce.
“Cuando me preguntan qué soy, digo que soy agricultora. Me siento bien orgullosa de eso. Yo soy agricultora por elección y esa es la gran pasión de mi vida. Tiene unas grandes satisfacciones, sobre todo cuando tenemos el producto terminado, de que la gente lo pruebe, de que todo el mundo diga ‘este café está espectacular’. Ese es el momento maravilloso de tu día y de tu vida”, manifestó.
De igual forma, las participantes señalaron su satisfacción por los conocimientos adquiridos a través del CEMA.
“La educación es vital para un agricultor porque así podemos mercadear mejor nuestros productos”, aseguró Rosa M. Velázquez Aponte, dueña de la Finca Aponte en Cayey, que produce ajíes dulces y recao, que luego distribuye a una de las más grandes cadenas de supermercados de la isla.
“El Centro nos ha sido de gran ayuda en los cambios que se nos han ido presentando en cada una de nuestras empresas”, dijo, por su parte, Mara Semidey, propietaria de la Vaquería Enriqueta. La ganadera precisó que se beneficia de los adiestramientos del CEMA desde que este inició operaciones y que la educación que ha recibido ha sido de mucha ayuda y mucho más en su negocio que es uno tradicionalmente dominado por hombres.
Así mismo se expresó Lourdes Pérez Ruiz, poseedora de la corporación de hortalizas con su mismo nombre, ubicada en Lares, quien sostuvo que la dependencia colegial le dio la oportunidad de conocer la hidroponía para ponerla en funcionamiento en cinco de las 47 cuerdas de terreno de su empresa, que está considerada como la mayor productora de ajíes del país.
“CEMA fue fundamental porque yo conocí a la doctora Gladys, la directora del programa cuando la finca estaba pasando por un proceso de un huracán y entré aquí y ella me encaminó para todo lo que es estadística, dónde dirigir mi producto y cómo llevarlo al consumidor y eso fue clave”, enfatizó.
Mientras, el doctor Raúl Macchiavelli, decano de Ciencias Agrícolas, destacó la labor de las mujeres en la agricultura en el país, quienes tienen que afrontar los escollos económicos provocados por la crisis actual.
“La agroempresaria ha superado tres retos: ser empresaria, dedicarse a la agricultura en Puerto Rico, y ser mujer empresaria. En este momento, ser empresaria independiente es difícil, dedicarse a la agricultura es más difícil, y ser mujer, en cuanto a los prejuicios que lamentablemente, todavía existen. Ahora están preparándose en el reto adicional de ser agricultoras sustentables porque cambia el paradigma de la tradicional que ya conocen y prepararse para eso es bien importante”, puntualizó.
El CEMA se fundó en 2007 y, desde sus comienzos, ha capacitado a sobre 500 mujeres en temas de agroempresarismo y administración de un negocio agrícola.