Fomentan espacios libres de acosoCon el propósito de concienciar sobre los efectos del acoso, la Oficina de Calidad de Vida (OCV) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) celebró la tercera Semana de Alerta contra el Bullying, con un panel titulado Las realidades del bullying en distintos escenarios, que tuvo lugar en el edificio de Administración de Empresas. “Necesitamos desarrollar actividades de impacto para la comunidad universitaria y externa para poder orientar sobre lo que significa la conducta bully y cómo podemos trabajarla. La prevención es clave y representa nuestra mejor herramienta para trabajar con este tipo de acoso que tanto daño hace a nuestra sociedad”, expresó Gustavo Cortina Rodríguez, director de la dependencia universitaria. Por su parte, el doctor Nelson Pagán Suárez, consejero profesional del Departamento de Consejería y Servicios Psicológicos del RUM, abordó el tema desde la experiencia de vida que tuvo en su infancia y cómo pudo enfrentarlas. “Perdí a mi mamá al año siguiente de nacer. Crecí en un ambiente de acoso y luego me convertí en un bully cuando me relacioné con personas similares. Estuve de un extremo a otro, pero con el pasar de tiempo y la educación que adquirí, fui modificando mi conducta, hasta entender ese fenómeno”, relató. Durante su alocución, el consejero intercambió con los presentes cómo funciona la mentalidad de un acosador, ya que este último considera inferiores a quienes califica como seres débiles o inferiores y no tienen las herramientas para enfrentarlos. “Cuando identificamos esta terrible modalidad, es importante fortalecer la autoestima de esa persona que continuamente es atacada. Muchas veces los ambientes en diferentes lugares propician a que ocurran tales actos. Algunas de esas estructuras de poder, le dan más autoridad a esos atacantes. Cuando analizamos este tema, tenemos que insistir en la prevención del bullying, en la cero tolerancia y denunciarlo”, afirmó. Una de las recomendaciones que expuso fue que las propias instituciones educativas deben fomentar, de manera continua, espacios libres de violencia, y en todos las instancias de poder. Recomendó que debe respetarse la diversidad y promoverse la sana convivencia desde la educación primaria hasta la universitaria, al igual que en los ambientes laborales. También, indicó que si se toman estas medidas, la sociedad tendrá una merma considerable de estos casos. En cuanto a la modalidad de filmar peleas entre estudiantes o ciudadanos, comentó que además de los individuos que participan en esa agresión, existe un tercer miembro que es quien promueve la violencia de manera indirecta al subir las imágenes a las redes sociales. “Otra persona que participa de esa dinámica es el espectador, aquel que presencia esos actos, pero no los denuncia o prefiere ser indiferente. Recientemente, está ocurriendo que es quien graba el incidente, no interviene y se convierte en un espectáculo, incluso es una manera de validarlo”, resaltó el consejero. Como parte de la jornada educativa, también participó la licenciada Dayleen Ortiz, educadora del Programa de Prevención y Salud Universitaria (YPREV) del RUM, quien alertó sobre el acoso que recibe de manera constante la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero y Queer (LGBTTQ) en Puerto Rico. Sostuvo que, en ocasiones, esa población diversa no encaja en aquello que la sociedad considerada como normal. Por lo tanto, los convierte en seres más propensos a ser objeto de chistes y burlas. “Nunca debemos formar prejuicios acerca de las preferencias sexuales de las personas basándonos en la ropa que utilizan o su manera de hablar, primero tenemos que conocerlas, antes de formular ideas preconcebidas. A esto se le conoce como microagresiones”, afirmó. La portavoz del proyecto YPREV afirmó que cuando se habla sobre el bullying hacia la comunidad LGBTTQ, este puede provenir de espacios y figuras de poder, ya sea como un integrante del personal administrativo, un educador hacia un grupo de alumnos o de una persona en mayor rango que otra. “La poca educación sobre la diversidad sexual es otro factor que propicia esas prácticas de acoso, pues en muy pocos niveles de enseñanza se capacita a las personas para que sean un poco más tolerantes. Siempre se les acusa de que hacen mucho ruido con sus manifestaciones en señal de protesta y que deberían permanecer callados. Hay que comprender que ellos enfrentan a esos grupos que fomentan el odio, a través de sus discursos y los valores fundamentalistas”, indicó. Asimismo, agregó que esas expresiones, por parte de algunos sectores, deberían modelar el respeto y el reconocimiento de la diversidad. La semana incluyó un recorrido de prevención por los alrededores del Recinto, una mesa informativa, una exposición de vídeos y la participación en un programa radial. La OCV promueve espacios libres de acoso y sirve como vínculo entre la comunidad universitaria y la ciudadanía. SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=3814 |