Confiesa que desconocía quién era el doctor Andrés Calderón Colón, fenecido catedrático y exrector del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), hasta que tomó una clase con el doctor Héctor Carlo, quien en medio de un examen, le pidió al grupo que voltearan el papel y le consultaran a sus compañeros las dudas que tuvieran. Carlo le llamaba a ese momento, “el minuto loco”, en honor al distinguido catedrático.
Más adelante, solicitó la beca que lleva el nombre de este académico e investigó sobre su vida, ya que tuvo que redactar un ensayo, como parte de los requisitos. Ese escrito resultó determinante para convertirse hoy en el agraciado ganador, pues expresó que, a temprana edad, tenía miedo de ingresar a la universidad.
El colegial Gabriel E. Colón Reyes, estudiante de cuarto año del Departamento de Ingeniería Eléctrica (INEL), recibió la dádiva a manos de los familiares del académico, tras competir junto a más de diez universitarios.
“Durante el proceso de solicitud, encontré muchas semejanzas en lo que son mis metas personales y quién fue el doctor Calderón. El haber sido elegido, me hace sentir muy orgulloso de recibir esta beca. Todas esas ayudas que identifico, rápido las solicito”, afirmó con emoción.
Entre sus metas, el galardonado continuará estudios graduados fuera del país, además desea regresar como profesor del RUM, para reciprocar todo el conocimiento que esta institución universitaria le ha brindado.
“El Colegio va a ser una lucecita que siempre estará ahí brillando. Por mi experiencia, llegué aquí en contra de la marea. Así es que se logran las metas en la vida. Uno tiene que luchar, no importa las circunstancias. Estoy dispuesto a trabajar por el país. Quiero ser de aquellos que contribuyen a la sociedad puertorriqueña”, manifestó.
La entrega oficial del donativo y el Acto de Recordación se llevó a cabo en un emotivo evento que tuvo lugar en el Senado Académico que lleva el nombre del exrector del Recinto, en presencia de Rosie Torres de Calderón, viuda del académico y directora del Departamento de Servicios Médicos del RUM, y de su hijo, el doctor Andrés Javier Calderón Torres.
“Para él era muy importante que los estudiantes tuvieran con qué estudiar porque era un académico de corazón. Él se dedicaba a la enseñanza con pasión. Era muy sincero, y aún con las personas con las que podría diferir, siempre el respeto estaba de frente. Ese ha sido uno de los legados que dio en la vida”, expresó Torres de Calderón.
Al momento de enumerar las cualidades de quien fuera su esposo, resaltó que por 43 años le dio su vida al Recinto, y fue muy querido por sus estudiantes y sus pares.
Por su parte, Calderón Torres, recordó a su padre como un ser humano excepcional y manifestó que la mejor manera de perpetuar su memoria es a través de esta aportación que se le provee a un estudiante universitario.
“Esta beca surgió cuando él falleció. Mi madre y yo sabíamos que podíamos brindar una ayuda a los estudiantes para que les permita graduarse. Gabriel tiene un excelente expediente académico, nos impactó su escrito porque demuestra que desea en un futuro reciprocar a la universidad y educar a las nuevas generaciones, se notó que tenía pasión por eso. Creo que a mi papá le hubiera gustado ese resultado”, expresó.
Asimismo, el también egresado del RUM, se mostró sorprendido por el ensayo sometido por Gabriel, ya que reflejaba aquellas virtudes que reconoció en su padre, además de su excelente promedio, sus proyectos de investigación en la Universidad de Massachusetts, en Amherst y en California Institute of Technology. Del mismo modo, su participación en diferentes actividades que realiza la comunidad universitaria, como en el evento de Relevo por la Vida. Además, formó parte del grupo de Jóvenes Orientadores del Departamento de Consejería y Servicios Psicológicos (DCSP).
Cuando Gabriel participó de esa iniciativa, a favor de los pacientes que padecen cáncer, fue quien más fondos consiguió mientras perteneció al grupo denominado Team Made, en el cual ofreció tutorías de matemáticas, aparte de recaudar el dinero para esa causa.
“Desde el primer momento, siempre sobresalió. Entre los atributos que posee, es persistente, aplicado, perseverante, pero una de sus mejores cualidades es que es muy responsable, además de que está enfocado en los objetivos que quiere. Se prepara, se propone una meta, se organiza y la cumple. Lo admiro mucho. Fue una selección acertada que este colegial haya sido el ganador de esta beca, pues el doctor Calderón Colón fue un ser humano que impactó a la Facultad de Ingeniería, porque creía en el proceso de la consejería y apoyaba mucho las labores que hacíamos”, recordó la doctora Madeline J. Rodríguez Vargas, consejera profesional del DCSP.
Una persona que conoce muy de cerca al homenajeado es su madre, Jossie Reyes, quien elogio a su hijo, ya que le enseñó a contar en todo momento con la colaboración de sus padres. Reyes estuvo acompañada por su hija Kamila y su esposo, Armando Colón.
“Él es un ser humano excepcional como hijo y hermano. Además, es un excelente matemático y ha tenido tremendo desempeño académico. Es una felicidad enorme para toda la familia. Sé que él va a regresar a la institución; lo ha dicho desde el principio”, aseguró.
Por su parte, Armando, padre de Gabriel, enumeró las razones por las cuales entiende de que su hijo fue el ganador de esta dádiva.
“Cuando entró al Colegio, vi florecer al ser humano que venimos construyendo su madre y yo con mucho esfuerzo. Me conmovió observarlo asumir esta responsabilidad personal y social de devolver al país todo lo que aprendió. Ha tenido profesores inspiradores”, sostuvo.
Asimismo, el evento contó con la presencia del doctor Pablo Rodríguez, doctor honoris causa y exrector interino del RUM, quien aprovechó la oportunidad para exhortar a que se continúen realizando estas iniciativas en beneficio de los colegiales.
“Deseo felicitar a los padres por apoyar a Gabriel. Ha sido un alumno privilegiado al recibir esta ayuda, sé que será un ciudadano que le servirá a Puerto Rico con el mayor de los compromisos. Conocí al doctor Calderón y a su esposa, hicimos una gran amistad y siempre nos respetamos”, destacó el catedrático jubilado del Departamento de Ciencias Matemáticas.
La intervención musical estuvo a cargo de los integrantes de la Orquesta de Cuerdas del RUM, junto al profesor Santos Torres Toro, director de la agrupación. El colectivo interpretó varias canciones, un anticipo navideño y el tan recordado Himno del Colegio. La joven Gabriela C. Vélez Rodríguez interpretó la pieza de su autoría La dicha de ser cantora.
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Tercera entrega de Beca Andrés Calderón en el RUM
