"Todos los objetivos que tenemos sobre este proyecto se han cumplido".
Con esta expresión, Rosie Torres de Calderón, directora del Departamento de Servicios Médicos del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), conmemoró el undécimo aniversario y la remodelación del café colegial: La Cueva de Tarzán, un lugar de esparcimiento en un ambiente sano.
La gestora de la iniciativa agregó, que se actualizó el espacio para darle una nueva imagen, conforme a las expectativas de sus clientes. Nuevas mesas, sillas y hasta una moderna máquina de café expreso, figuran entre los detalles que hacen el lugar más atractivo.
“Agradecemos al Recinto por proveernos esta instalación. De igual forma, le doy gracias a mis compañeros de Servicios Médicos que nos ayudan para hacer esto posible, pero más que nada, a los estudiantes y a las organizaciones estudiantiles que respaldan el proyecto y se apoderan de él", afirmó Torres de Calderón.
Destacó que se trata de una iniciativa empresarial autosustentable, ya que los ingresos que se generan, se utilizan para sus mejoras.
"Consiste en un símbolo importante para el estudiantado porque recoge elementos de un ambiente fuera de la Universidad, que además de compartir un café, puede tener conversaciones con amigos y compañeros y transformarse en un lugar donde surgen muchas ideas, que invita a que la juventud pueda ser innovadora y creativa", expresó el doctor Francisco Maldonado, decano de estudiantes.
"Este lugar, aquí en el Recinto, tiene como su primer mérito que la directora de Servicios Médicos, Rosie Torres de Calderón, ha insistido en que esto prevalezca y es a ella a quien primero tenemos que agradecer el deseo de que esto se haya creado", puntualizó el Decano.
Asimismo, el doctor Omell Pagán, decano asociado de Asuntos Académicos elogió la gesta.
"Aquí existen dos aspectos muy importantes. En primer lugar, este espacio provee un balance para ustedes, que les brinda la oportunidad de desarrollarse plenamente como seres humanos en la parte social. Estas experiencias, les permiten crecer y establecer unos lazos que duran de por vida. Así se crea la comunidad colegial. Segundo, es un buen modelo a seguir para otros proyectos dentro de la Universidad, ya que son los estudiantes los que se apoderan de administrar ciertos servicios a la comunidad", indicó.
Durante el evento se destacó la colaboración de Enrique Betancourt Domínguez, egresado de Biotecnología Industrial, quien se desempeñó como administrador del café colegial.
"Este proyecto siempre va a funcionar por el compromiso de los estudiantes que tienen nuevas ideas. Y eso es lo que buscamos, dejar una semilla en cada uno de ustedes para que aporten a este importante esfuerzo", puntualizó Betancourt Domínguez.
Desde sus inicios, en el 2005, La Cueva de Tarzán ha sido fiel a su misión de proveer opción de confraternización en un escenario positivo.
Mariam Ludim Rosa colaboró en esta historia.