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¡Viva la mística colegial!

Por Mariam Ludim Rosa Vélez (mariamludim@uprm.edu)
PRENSA RUM

lunes, 17 de julio de 2017

Si pudiéramos conocer las historias de cada uno de los 1,189 estudiantes que se graduaron el domingo del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), sin duda sería una labor documental titánica, mas es evidente que todos tienen algo en común: son herederos de la mística colegial.  

Se trata de un sentimiento -a veces inexplicable- que arropa a los congéneres de sangre verde y que alcanza su punto cumbre en el día de la graduación.

Una combinación de elementos, ubicados estratégicamente para dar un toque final inolvidable, abonan para que todos los que están presentes en el Coliseo Rafael A. Mangual puedan percibir esa esencia única del siempre Colegio de Mayagüez.

Desde las huellas de Tarzán y Jane pintadas en el campus que recorren los graduandos, las banderas de los pueblos y los países representados, la mascota escultórica y la real en un mismo espacio, las togas verdes y hasta el Himno Colegial interpretado por la centenaria Banda Colegial, que cala en la profundidad de las células de todos los que comparten el peculiar genoma denominado cría colegial, esos son solo algunos de los detalles que estampan la graduación del RUM como un evento histórico.

"Ayer confirmé que no hay mejor sentimiento que el de ser colegial en su día de graduación", expresó Paola M. Feliciano por su cuenta de Twitter, una de los espacios en los que se congregó la emoción a través de la interconectividad que ofrecieron las etiquetas #GradRUM104 y #GradRUM17.

"15 años han pasado desde la mía y todavía se me paran los pelos cuando la recuerdo. ¡Felicidades!", le respondió Edgardo Sanabria a la joven, quien se graduó de Química.

"Y yo celebré mi graduación del RUM desde el Empire State", publicó Jessica M. López Rondón, quien culminó su bachillerato en Psicología, junto a una foto con su birrete verde que daba cuenta de su estadía en Nueva York.

"Hoy le toqué, por última vez, el Himno Colegial a mi hermana", escribió Nicole M. Guzmán, integrante del Banda Colegial. El texto lo publicó con una foto junto a Clarissa M. Guzmán, quien ayer se graduó de Biotecnología Industrial.

"Me gradúo sin caerme", leía uno de los singulares birretes que evidencian la creatividad colegial al tiempo que desafiaba la leyenda urbana colegial que para graduarse es necesario caerse en el campus.

Y así transcurren las graduaciones del recinto mayagüezano de la Universidad de Puerto Rico (UPR), sin duda, las más emocionantes de la isla, con la gran satisfacción del deber cumplido (con los particulares retos que implica ser colegial) y la esperanza de nuevos desafíos para el porvenir (con la garantía del sello colegial).

La colación de grados del pasado domingo, 16 de julio de 2017 no fue la excepción. Ya con esta son 104 y 79,832 los egresados del centro docente fundado el 23 de septiembre de 1911.

"Como institución, el Colegio de Mayagüez cumplió con su misión de formarlos, educarlos y desarrollarles el pensamiento crítico que los preparó formalmente en los campos de las ciencias agrícolas, ingeniería, artes, ciencias y administración de empresas. Sean emprendedores y pongan al servicio de su país lo que en nuestras aulas aprendieron, porque, al final, no habrá cuenta de banco lo suficientemente grande que suplante la satisfacción de haber contribuido con el desarrollo de su país", expresó el doctor Fernández Van Cleve a los graduandos.

Del mismo modo, el doctor Darrel Hillman, presidente interino de la UPR, alentó a los jóvenes a seguir contribuyendo con la isla desde sus respectivos saberes.

“El mundo que les recibe, como profesionales, tiene altas expectativas con respecto a ustedes. Como ya ustedes conocen, la situación económica y social de Puerto Rico presenta grandes retos nunca antes experimentados, para todos los que vivimos en nuestra querida isla. Todos ustedes tienen la gran responsabilidad de servir al país. Solamente un grupo de profesionales de excelencia, como los que gradúa el Colegio en el día de hoy, con sus conocimientos, capacidad y experiencias vividas, logrará aportar significativamente al bienestar de la comunidad y a la recuperación de Puerto Rico”, indicó durante su primera alocución en una graduación del sistema.

También se dirigieron a los presentes el doctor José L. Perdomo Rivera, decano interino de Estudiantes, el licenciado Walter O. Alomar Jiménez, presidente interino de la Junta de Gobierno de la UPR, y egresado del Departamento de Ingeniería Química; el joven Pedro Ángel Rodríguez Mercado, presidente de la directiva de la Clase 104; y Naysha Alcalá Loaiza, presidenta del Consejo General de Estudiantes del RUM.

La Clase 104 en números

De las estadísticas ofrecidas por la Oficina de Registraduría del RUM, se desprende que de los 1,189 graduandos, 616 son varones (52%) y 573 féminas (48%). De estos, 1,062 obtuvieron los grados de bachillerato, 121 de maestría y seis doctorados: dos en Ingeniería Química, dos en Química Aplicada, uno en Ingeniería Civil, y uno en Ciencias de la Ingeniería de la Información y la Computación.

En esta ocasión, los jóvenes Jonathan López Torres y Mariely Quiñones Pacheco forman parte de la historia colegial al ser los dos primeros estudiantes, en la trayectoria de RUM, en obtener el grado de Maestría en Ciencias en la Enseñanza de las Matemáticas a Nivel Preuniversitario.

La distribución de grados por facultad, a nivel de bachillerato, es la siguiente: 520 en Artes y Ciencias (49%); 338 en Ingeniería (32%); 103 en Administración de Empresas (ADEM) (10%); y 101 en Ciencias Agrícolas (9%).

El Cuadro de Honor lo componen 525 estudiantes. De estos, nueve cumplieron con los requisitos para recibir el Gran Premio Luis Stefani Raffucci, al graduarse con un promedio de 4.00 puntos del RUM. Ellos son: Jorge Luis Tirado Tolosa, de Ingeniería Industrial; Natalia A. Carril Irizarry, de ADEM; Cristal Imar Hernández Hernández, Paola N. Caldas Font y Alexandra C. Picó Ramírez, de Biología; Ricardo Ortiz Loubriel, de Microbiología; Matilde Portnoy Brimmer y Carmen N. Plaza Mejías, de Química; y  Edward A. Aguilera Pérez, de las concentraciones de Artes Plásticas y Teoría del Arte del Departamento de Humanidades.

Además, 30 estudiantes recibieron el máximo honor (Summa Cum Laude),  por contar con un índice de 3.95 a 4.00. Mientras, 311 fueron altos honores (Magna Cum Laude) al mantener un promedio de 3.50 a 3.94 y 184 fueron honores (Cum Laude) al obtener un promedio de  3.30 a 3.49.

Por otro lado, de los 1,189 graduandos, 1,157 son de la isla y 32 son extranjeros. Los cinco pueblos con mayor representación en la clase 104 son: Mayagüez (127); Cabo Rojo (57); Aguada (54); San Juan (49); y Ponce (48).

El desglose de los estudiantes internacionales es el siguiente: 15 de Colombia, cuatro de Perú; tres de República Dominicana y Ecuador, respectivamente; y uno de India, España, Guatemala, México, Rusia, El Salvador y Venezuela. De estos, dos obtienen grados de doctorado; 28 maestría y dos de bachillerato.

Por otra parte, como ya es costumbre, la Clase 2017 del RUM fue apadrinada por la Clase Graduada del 1967. En ese entonces, desfilaron 514 colegiales, 409 varones y 105 féminas, que en esa ocasión se celebró el 4 de junio de 1967 en el Gimnasio Ángel F. Espada.

Emotivo homenaje póstumo para José Rafael Atilano

A los graduandos del Colegio de Artes y Ciencias les correspondió desfilar acompañados de la ya tradicional lluvia verspertina mayagüezana, tal vez representativa de las lágrimas derramadas por la pérdida inesperada de uno de los pertenecientes a esa clase: el joven José Rafael Atilano López, quien falleció la pasada semana a sus 23 años.

Un respetuoso silencio, abrazó el Coliseo Rafael A. Mangual para recibir a José Atilano y Diana López, progenitores de José Rafael, quienes estuvieron acompañados por familiares y funcionarios del Departamento de Actividades Atléticas del RUM.

El joven representó a la institución como atleta colegial, en la posición de lanzador, tanto en los equipos de béisbol como de sóftbol, con el que concluyó su participación en el 2016, con un subcampeonato en el Festival de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI).

Los padres del colegial, fallecido en un accidente vial, recibieron del Rector del RUM, tanto el diploma que le concedió de forma póstuma el grado de bachillerato en Geología, como una toga verde. En ese momento, su padre los levantó hacia el cielo lo que provocó sonoros aplausos y una profunda emoción de los presentes. Precisamente, el día de su deceso José Rafael había adquirido su toga, la que le acompañará hasta su última morada.

Además, la delegación atlética les obsequió un afiche conmemorativo de la gesta de José Rafael como deportista colegial. Allí estaban algunas de sus fotos que su madre tocaba con una insistente ternura indescriptible.

En un acto de gran temple, Atilano padre se dirigió a los presentes para dar gracias por las muestras de solidaridad y cariño.

"Quiero agradecer a las autoridades universitarias por este honor. Faelo, como nosotros le decíamos, será expuesto en el Funeraria Borinquen. Allí queremos celebrar su currículo de vida y nos gustaría invitarlos para que puedan compartir con la familia. Desde lo más profundo de nuestro corazón les agradecemos a todos ustedes la amistad que le dieron y las consideraciones que tuvieron con mi amado hijo", expresó.

También en la sesión de la tarde, un grupo de cinco estudiantes realizó una breve manifestación en contra de la Junta de Control Fiscal (JCF), el depósito de cenizas de carbón en Peñuelas y la censura, así como en recordación de José Rafael.

Dejan huella artística

La directiva de la Clase 2017 dejó un legado de arte en la entrada del Coliseo Mangual al develar un mosaico con los símbolos del Recinto.

"Nosotros queríamos dejar una huella en el Colegio y nos decidimos por esta obra para dejarle un mensaje profundo para las demás generaciones de colegiales. El mosaico representa cómo la institución va llevando al estudiante y le va dando las herramientas para que vuele lo más alto posible", indicó Pedro, presidente de la clase 104.

La compañía Xero Design plasmó el diseño del colegial Abimelec Vélez, quien también se graduó ayer.

"Entre los elementos de la obra se ubica al estudiante mirando el horizonte en el que se ven unos edificios que representan al mundo corporativo, académico y gubernamental que se encuentra afuera y que nos va a esperar y que la institución, el Colegio, nos dio las herramientas para enfrentarlo. A su derecha se encuentran las estrellas, que son nuestros sueños, nuestras ambiciones, lo que podemos alcanzar", agregó el líder, quien concluyó sus estudios con honores del Departamento de Ingeniería Mecánica y la próxima semana inicia labores en la compañía General Mills, en el estado de Tennessee.   

¿Una gallina en la graduación?

La sesión de la mañana la protagonizaron los graduandos de los Colegios de Ingeniería, Administración de Empresas y Ciencias Agrícolas. Este honor lo compartieron con Lencha, la gallina ponedora del colegial Bryan Latorre, quien trajo a su mascota a la graduación ataviada con toga y birrete verde.

Desde el desfile, el joven empresario agrícola, llamó la atención de los presentes, quienes publicaron en las redes un sinnúmero de fotos del curioso gesto. Tanto fue así, que los medios reseñaron la novel iniciativa, que para Bryan, graduando del Departamento de Ciencia Animal, tenía el fin de resaltar la importancia de la agricultura en esta generación.

Hasta el proscenio de entrega de los diplomas llegó Lencha, quien recibió fuertes aplausos y, cómo no, provocó sonrisas entre los asistentes de la histórica centésima cuarta graduación del antes, ahora y siempre ¡Colegio! 


  • Los graduandos desfilaron en el campus sobre las huellas de Tarzán y Jane.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
  • La centenaria Banda Colegial encabeza el desfile al impartirle una gran emoción tanto a la entrada, como a la salida del Coliseo Rafael A. Mangual.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
  • El décimo tercer rector del RUM, John Fernández Van Cleve recibió una cálida bienvenida en su desfile al inicio de la graduación.<br>Mariam Ludim Rosa/Prensa RUM
  • Desde la izquierda, Naysha Alcalá, presidenta del CGE-RUM, Pedro Ángel Rodríguez Mercado, presidente de la directiva de la Clase 104 y el doctor José Perdomo, decano interino de Estudiantes.<br>Rufino/Especial para Prensa RUM
  • El doctor Darrel Hillman, presidente interino de la UPR, alentó a los jóvenes a seguir contribuyendo con la isla desde sus respectivos saberes.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
  • Pedro Ángel Rodríguez Mercado, presidente de la directiva de la Clase 104, durante su mensaje.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
  • El momento más emotivo de la graduación fue la entrega del grado póstumo de bachillerato en Geología a los padres de José Rafael Atilano, quien falleció la pasada semana.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
  • José Atilano, padre, agradeció a los presentes las muestras de solidaridad.<br>Carlos Díaz/ Prensa RUM
  • El Recinto Universitario de Mayagüez confirió ayer un total de 1,189 grados, durante su centésima cuarta graduación.<br>Rufino/Especial para Prensa RUM
  • La directiva de la Clase 2017 dejó un legado de arte en la entrada del Coliseo Mangual al develar un mosaico con los símbolos del Recinto.<br>Mariam Ludim Rosa/Prensa RUM
  • Lencha, la gallina ponedora del colegial Bryan Latorre, del Departamento de Ciencia Animal, fue una de las protagonistas de graduación.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
  • "Me gradúo sin caerme", leía uno de los singulares birretes que evidencian la creatividad colegial al tiempo que desafiaba la leyenda urbana colegial que para graduarse es necesario caerse en el campus.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
Los graduandos desfilaron en el campus sobre las huellas de Tarzán y Jane.<br>Carlos Díaz/Prensa RUMLa centenaria Banda Colegial encabeza el desfile al impartirle una gran emoción tanto a la entrada, como a la salida del Coliseo Rafael A. Mangual.<br>Carlos Díaz/Prensa RUMEl décimo tercer rector del RUM, John Fernández Van Cleve recibió una cálida bienvenida en su desfile al inicio de la graduación.<br>Mariam Ludim Rosa/Prensa RUMDesde la izquierda, Naysha Alcalá, presidenta del CGE-RUM, Pedro Ángel Rodríguez Mercado, presidente de la directiva de la Clase 104 y el doctor José Perdomo, decano interino de Estudiantes.<br>Rufino/Especial para Prensa RUMEl doctor Darrel Hillman, presidente interino de la UPR, alentó a los jóvenes a seguir contribuyendo con la isla desde sus respectivos saberes.<br>Carlos Díaz/Prensa RUMPedro Ángel Rodríguez Mercado, presidente de la directiva de la Clase 104, durante su mensaje.<br>Carlos Díaz/Prensa RUMEl momento más emotivo de la graduación fue la entrega del grado póstumo de bachillerato en Geología a los padres de José Rafael Atilano, quien falleció la pasada semana.<br>Carlos Díaz/Prensa RUMJosé Atilano, padre, agradeció a los presentes las muestras de solidaridad.<br>Carlos Díaz/ Prensa RUMEl Recinto Universitario de Mayagüez confirió ayer un total de 1,189 grados, durante su centésima cuarta graduación.<br>Rufino/Especial para Prensa RUMLa directiva de la Clase 2017 dejó un legado de arte en la entrada del Coliseo Mangual al develar un mosaico con los símbolos del Recinto.<br>Mariam Ludim Rosa/Prensa RUMLencha, la gallina ponedora del colegial Bryan Latorre, del Departamento de Ciencia Animal, fue una de las protagonistas de graduación.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM"Me gradúo sin caerme", leía uno de los singulares birretes que evidencian la creatividad colegial al tiempo que desafiaba la leyenda urbana colegial que para graduarse es necesario caerse en el campus.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
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Video reportajes disponibles en:
youtube Celebran graduación 104 en el RUM

SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=3983