El Servicio de Extensión Agrícola (SEA), adscrito al Colegio de Ciencias Agrícolas (CCA) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), en su constante misión de orientar al público, se dio a la tarea de educar a los ciudadanos, tras el paso del huracán María por la isla. A pesar del colapso de las comunicaciones, las voces de sus extensionistas se escucharon por las ondas radiales de las emisoras locales WKJB 710 AM y WPRA 990 AM con datos relevantes para enfrentar la emergencia.
Así lo dio a conocer el ingeniero Eric A. Irizarry Otano, decano asociado y subdirector interino del SEA, al describir la labor que llevan a cabo con mayor intensidad desde el 20 de septiembre y que denominó como el ala de divulgación de lo que es el CCA del RUM.
“El Servicio de Extensión Agrícola ha estado presente siempre para Puerto Rico, brindando educación necesaria en el momento indicado. Yo creo que, en momentos como estos, es cuando uno se crece y entiendo que el SEA ha dado el 100 porciento de su tiempo y nos hemos dejado sentir en las calles”, manifestó, al referirse a que ha sido una oportunidad para dar a conocer, por lo menos en el área oeste, el trabajo que realizan.
De acuerdo con Irizarry Otano, la orientación comenzó tan pronto como el viernes, 22 de septiembre, cuando se reunieron con los administradores y coordinadores, agentes agrícolas y educadoras en ciencias de la familia y el consumidor, de la región de Mayagüez, entre ellos los profesores Ana Velázquez, Jannis Noriega, Milagros Martínez, Víctor Lugo y Alberto Maldonado. De ahí, impartieron instrucciones de visitar la radio y que tuvieran a la mano la información importante de ese momento.
De esta manera, los funcionarios del RUM estuvieron todos los días, de 8 de la mañana a 12 del mediodía, atendiendo al público y compartiendo información sobre la calidad del agua y su potabilización, el manejo de alimentos, la higienización, y cómo llevarle agua y disponer de los animales muertos. Ese trabajo se ha replicado en las cinco regiones en las que se dividen, a saber: Mayagüez, Caguas, Arecibo, San Juan y Ponce.
Además de recomendar cómo deben disponerse correctamente los alimentos en descomposición, enterrarlos y no lanzarlos a la basura, Irizarry enfatizó que, en el caso de los animales muertos, se le indicó a la audiencia que debían enterrarse a una profundidad mayor de 18 pulgadas, para evitar la contaminación de vectores o que algún otro animal los desenterrara.
Precisamente, la misión del SEA consiste en asesorar técnicamente en las áreas de agricultura, mercadeo y recursos naturales; desarrollo de la comunidad; juventudes y clubes 4-H; y ciencias de la familia y consumidor.
Entre los temas discutidos luego del paso del devastador ciclón se encuentran: la importancia de reforestar, cómo recuperar los árboles maltratados, el abonamiento y la fertilización.
De igual forma, desde el Programa de Desarrollo de los Recursos de la Comunidad, antes de la llegada de algún desastre, el SEA se ocupa de orientar al público acerca de la importancia de elaborar de un plan de emergencia. Así lo informó el profesor Aníbal II Ruiz Lugo, decano auxiliar de la entidad.
“Se supone que en cada comunidad en la que trabajamos, le ayudamos a prepararlo. En ese currículo trabajamos si la persona está en un área crítica, en zonas costeras o inundables, cómo manejar, dónde están los recursos más cercanos, cuáles son los teléfonos de emergencia a contactar cuando pasa el evento”, sostuvo Ruiz Lugo.
El profesor destacó que parte de lo que han aprendido con esta experiencia es a tomar en cuenta el colapso de las comunicaciones.
“Este aspecto ha sido un caos. Ya para el futuro, tenemos que considerar que, en un desastre como este, van a fallar. Entonces, ¿qué vamos a hacer para comunicarnos con los familiares más cercanos?", precisó.
Asimismo, el agrónomo Ruiz comentó que, como cada agente agrícola conoce su clientela y empresas, son capaces de apoyarles en cada una de las necesidades que enfrentan. Igualmente, salieron al campo para ver si los planes habían sido implementados. De esas observaciones se ocuparon de delimitar las prioridades después del paso del fenómeno atmosférico.
“Primero, la salud y seguridad, tanto de nuestros empleados como del público en general. Una vez pasamos de esa fase de emergencia, la segunda importancia la tenían los animales, donde están los ingresos de estas personas y cómo trabajar con ellas. Luego, lo que son las siembras”, dijo Irizarry.
Los funcionarios confían que, en el proceso, puedan llevar el mensaje de que debe reforestarse a Puerto Rico adecuadamente, evaluando las raíces de los árboles y así prevenir tantas pérdidas. Además, aspiran a establecer vínculos con agencias como el Servicio Forestal y el Departamento de Recursos Naturales estatal, para prevenir la siembra debajo de líneas eléctricas y en espacios no adecuados para el tipo de árbol que desea tenerse.
Para atender la escasez de alimentos, los extensionistas también han enfatizado en la relevancia de los huertos caseros.
"Si empezamos a producir alimentos en nuestro patio, no solamente especias, sino también hortalizas, farináceos, en poco tiempo, podemos cosecharlos. De hecho, al día siguiente del huracán, el agrónomo Luis Reynaldo Santiago, de la oficina en Río Piedras, se dio a la tarea de comenzar a sembrar inmediatamente y ya, tres semanas más tarde, tiene las plantas en producción y florecidas. O sea, que ya próximamente, va a estar cosechando”, reiteró.
El dúo enfatizó que el mensaje consiste en empezar con productos que se cosechen en poco tiempo, de 40 a 60 días, aproximadamente, como las habichuelas, el melón, la calabaza y el pepinillo.
De hecho, según Carlos Flores, Secretario de Agricultura, las pérdidas, hasta el momento, en este sector se estiman en $2.200 millones. Los retos en esta industria exigen mejorar los caminos de acceso a las fincas, y que los árboles no se conviertan en un obstáculo mayor.
La recuperación también incluyó la participación del personal adscrito al SEA, quienes enseguida, se encargaron de acondicionar sus instalaciones en el campus. De la misma manera destacaron el apoyo del programa homólogo en el estado de la Florida, la Asociación Nacional de Agentes Agrícolas, entre otros, interesados en colaborar en el restablecimiento de las operaciones.
Hasta el momento, continúan recopilando los datos de las pérdidas del SEA. Según se informó, en lel área este, las oficinas ubicadas en los centros de gobierno, sufrieron daños por la lluvia y el viento. Para la región de San Juan, el estimado ronda en $25 mil en equipos, por lo que entienden que las pérdidas estarán entre $100 y 150 mil.
Gracias a las intervenciones radiales, el Servicio de Extensión Agrícola tendrá una participación semanal de media hora, los viernes, de 9:30 a 10:00 de la mañana, a través de WKJB 710 AM.
Desde su establecimiento en Puerto Rico, en 1934, el SEA se enfoca en atender las necesidades de la población mediante un proceso educativo, basado en la investigación científica.
