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¡Ya mismo se levanta!

Por Mariam Ludim Rosa Vélez (mariamludim@uprm.edu)
PRENSA RUM

viernes, 3 de noviembre de 2017

A sus tiernos cuatro años de edad vivieron, como los más de tres millones de residentes de Puerto Rico, la experiencia de sentir, ver y escuchar un huracán categoría 5 y luego, sus devastadoras consecuencias. Sus historias también son importantes, ya que quedan plasmadas en su recuerdo como el imponente temporal les trastocó su cotidianidad.  

"Estaba en casa sin luz, estaba jugando, María me mojó los juguetes y movió un poquito más lejos la mesa. Fui para la casa de mi abuela, empezaron los vientos y me quedé allí jugando. Pusieron tormenteras, el techo de abuela es de zinc y se craqueó, se quería volar y María lo subía, lo bajaba, lo subía... pero se quedó ahí. La palma se dobló, papá le puso una soga. María me rompió el trampolín pequeño y el grande papá lo desarmó", relató la niña Galilea González, de Rincón.

"En mi casa tumbó mucho árboles. Mi papá, Guillermo y Pedro, estaban recogiendo. Después del huracán salieron unas cucarachas locas y unos termites, que se comen la madera.  Se me fue la luz, se me fue el agua, se me fue el internet. Ya vino la luz y el agua pero no vino el internet. Hace falta para ver muñequitos", dijo, por su parte, Alexander Custodio, de Añasco, quien aseguró que no se asustó porque es "muy valiente", tanto así que le contó a Prensa RUM que no lloró cuando le pusieron sus vacunas.

Yabriel Hernández, también de Mayagüez, relató que no pudo dormir en toda la noche por el fuerte ruido, sin embargo, su hermano durmió muy bien. Y luego del huracán, él "solito" hizo un pozo para sacar agua.

"Tumbó un palo por la mitad y lo arrancó y estaba en la casa sin luz. Yo jugué con mis juguetes.  Arriba, en casa de mi abuela Nivia, la grama se revolcó por el cemento y cuando iba subiendo vi que un palo tumbao' y yo ayudé a recogerlo", narró Dierick Cancel, de Mayagüez.
 
En la casa de Farah Enid Alvarado, también en Mayagüez, un árbol cayó sobre su zipline y lo rompió. Afortunadamente los perritos estaban tranquilos porque los dejaron entrar a la casa durante el evento.  

Estas son las voces de los niños del Centro Preescolar del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), quienes cuando regresaron al campus, las relataron a sus maestras, y ellas, a su vez, idearon un proyecto creativo para canalizar esas vivencias de los pequeños colegiales.

"Cuando comenzamos, la semana pasada, los niños nos contaron sus experiencias del huracán y sus preocupaciones de que no tenían agua y luz, y otros se ofrecían a compartir porque ya tenían luz y agua. Luego que nos sentamos con ellos, dialogamos de lo ocurrido en la isla, todo lo que estaba pasando y lo que estaban observando, como los helicópteros y la comida militar. Después de todo esto decidimos hacer un proyecto. Así que hicimos la bandera de Puerto Rico donde ellos fueran los artesanos y los artistas.  Decidimos que plasmaran sus manitos, ya que para ayudar a Puerto Rico necesitamos la manos de todos. Usamos pintura y témpera y fue un ejercicio muy divertido y una experiencia bien bonita", explicó
Omayra Torres Rodríguez, maestra Centro Preescolar RUM.

"Queríamos que ellos nos expusieran cómo había sido ese proceso, el miedo a enfrentarse a una situación que era desconocida para ellos, y que expresaran de una manera diferente  todo lo que habían atravesado. Además nos dio la oportunidad para darles el mensaje que aunque ocurrió un suceso traumático también podemos levantarnos y superarnos", agregó, por su parte, Maribel González, directora del Centro.

Y ahora una distintiva bandera puertorriqueño ondea frente a la instalación educativa que alberga a uno 30 niños y sus manitos son representativas de esperanza.

"Puerto Rico se levanta porque se despeluzó to'",  expresó con mucha seriedad Yabriel.

"Hicimos la bandera para que Puerto Rico se levante porque María lo destrozó", afirmó Galilea.

"Puerto Rico se acostó porque el huracán le llevó muchas cosas y ya mismo se va a levantar", aseguró Alexander.

Palabras proféticas de un chiquito de cuatro años. ¡Ya mismo, ya mismo se levanta!


  • Una distintiva bandera de Puerto Rico, confeccionada por los niños del Centro Preescolar, ondea en el campus del RUM.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
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Video reportajes disponibles en:
youtube Niños del Centro Preescolar del RUM relatan sus historias de María

SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=4042