Las vivencias asociadas al huracán María pueden provocar ansiedad y, por lo tanto, hay que aprender a manejarla para seguir viviendo.
Con este objetivo en mente, la facultad del Departamento de Psicología del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) organizó la charla Ansiedad: Dolor del pasado, terror al futuro, dirigida a sus alumnos y que fue dictada ayer por el doctor Virgilio Rodríguez Rivera, catedrático jubilado del RUM.
“Queremos darle a los estudiantes la oportunidad de escuchar estrategias para manejar estrés y ansiedad, luego de un evento catastrófico como el que todos hemos vivido. El Departamento de Psicología realizó un censo entre sus estudiantes y entre las respuestas que tuvimos, estos indicaron la necesidad de atender asuntos emocionales y relacionados con su adaptación a sus situaciones personales actuales y a su nueva situación en el Recinto: cómo recuperar este semestre, que sabemos que de por sí, son retantes, cómo poder manejar un semestre bajo estas nuevas circunstancias”, expuso la doctora Bernadette Delgado, directora asociada de la mencionada facultad, quien añadió que a los estudiantes se les estarían regalando compras con alimentos.
De igual forma, el doctor Douglas Santos, director de Psicología, ofreció la bienvenida, en la que expresó su regocijo porque quien fuera su primer profesor de los cursos de la mencionada especialidad y luego colega de profesión estuviera encargado de brindar el taller.
Así las cosas, el doctor Rodríguez Rivera, sicólogo clínico y terapeuta de parejas, repasó con los jóvenes algunos aspectos relevantes sobre la ansiedad, a la vez que los llevó a reflexionar sobre las experiencias que habían tenido asociadas con el temporal.
“El problema con el huracán María es que, a más de 40 días después, se supone que hayamos pasado la crisis, pero nosotros estamos en lo que se llama una crisis extendida. Estamos tratando de vivir nuestras vidas normalmente y, en algún momento, uno se sienta y trata de respirar y se da cuenta de que está tenso o que le duele el cuello o que tiene algún malestar o preocupación y la realidad es que todavía nosotros estamos viviendo muchos de los síntomas que pueden asociarse con una crisis”, apuntó el especialista, en entrevista con Prensa RUM.
Durante el evento, que tuvo lugar en un abarrotado anfiteatro de Celis, los participantes pudieron compartir sus experiencias y hablar sobre las heridas y las marcas, como las denominó el conferenciante, que les dejó el evento atmosférico en sus vidas. Asimismo, los asistentes pudieron practicar ejercicios de reflexión y relajación para tratar sus niveles ansiedad.
“Somos seres humanos, sufrimos, padecemos y somos frágiles", manifestó el sicólogo, quien agregó que se deben reconocer los cambios físicos, si alguno, y consultar a un médico si esto ocurre.
De igual forma, el especialista destacó en el rol de los voluntarios o ayudadores, ya fueran espontáneos o adiestrados, quienes también pueden ser afectados por las experiencias y emociones que confrontan en esa función.
A juicio del experto, María fue una experiencia universal que unió a los puertorriqueños, pero que dejó mucho dolor y soledad y, por lo tanto, hay que aprender a manejar esas emociones para transformarlas en lecciones. Buscar apoyo en otras personas, hablar de lo vivido, escribir las experiencias y reflexiones, entender el contexto y darse cuenta de que no todo tiene que ser negativo y que podemos aprender de la vivencia y, sobre todo, reconocer la humanidad en uno y en los demás, son algunas de las formas en que se pueden entender los cambios provocados a raíz del fenómeno.
“Yo estoy frente a una arboleda con mi nieta y ella se pone a hablar de los árboles caídos y le da pena. Entonces, yo me acordé de mi abuelo, que me dijo lo mismo a mí. Y yo le dije ‘Pero, mira los que están de pie. Esos son soldados de batalla que están ahí, sobrevivieron el huracán y están ahí y van a echar para adelante'. De hecho, ahora están echando hojas y eso nos indica que hay esperanza”, narró, por lo que instó a los presentes a aprender de la vivencia y tomarla como una lección de vida.
“Es importante entender que hemos cambiado. Nosotros somos personas nuevas en una realidad nueva”, puntualizó.