Preservación y preparación ante desastresCon el propósito de adiestrar a su personal ante desastres, la Biblioteca General del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), solicitó una subvención de emergencia a la National Endowment for the Humanities (NEH) que facilitaría una serie de adiestramientos y obtener los materiales necesarios para preservar sus colecciones. Mediante la propuesta, el RUM recibió la dádiva de $30 mil con la que se han coordinado distintas actividades, así como la adquisición de lo necesario para la preparación y mitigación de daños en bibliotecas, museos y archivos en la isla. Al primer taller, que ofreció Miriam Centeno, coordinadora de Cuidado de Colecciones en la Biblioteca de la Universidad de Illinois, en Urbana, Champaign, asistieron bibliotecarios del RUM, así como encargados de distintas colecciones en otras instituciones del área oeste. La actividad fue posible gracias a la gestión de Jaquelina E. Álvarez e Hilda T. Ayala González, ambas del Centro Graduado para la Investigación e Innovación de Posgrado (GRIC) del RUM, y gestoras de la propuesta. De acuerdo con Álvarez, la colaboración de la American Library Association (ALA) facilitó la coordinación de la jornada. “ALA nos puso en contacto con la Biblioteca del Congreso, quienes nos informaron acerca de la disponibilidad de fondos para atender la emergencia. Aprovechamos que la convocatoria se extendió para cubrir daños del huracán María y afortunadamente, contaban con fondos disponibles hasta el 31 de diciembre de 2017”, detalló Álvarez, coordinadora del GRIC. De esta manera, han impulsado el esfuerzo mediante el manejo de la información adecuada a través del taller en Mayagüez, así como dos posteriores en los recintos de Ponce y Río Piedras de la UPR. Además, los participantes recibieron los principales materiales para su protección durante la labor de conservación. “Uno de los elementos más importantes en cuanto al rescate de colecciones, es que el personal esté protegido adecuadamente. Gracias a una donación de ALA, a través de la colaboración con Michael Dowling, conseguimos: delantales, máscaras N95 -que trabajan para proteger contra particulado- guantes, y gorros para la cabeza. Además, la compañía Gaylord nos obsequió unas ruedas de salvamento para ayudar en la toma de decisiones en caso de fuego, inundación, robo”, señaló, por su parte, Ayala González. Gracias a la propuesta, los encargados en el RUM cuentan con los adiestramientos y herramientas necesarias para iniciar los planes de conservación y preservación. Para aplicar lo aprendido, se espera elaborar un inventario de los daños y necesidades de las instalaciones representadas en el taller en espera de que puedan gestionarse otras colaboraciones. “Precisamente, una de las iniciativas que ha surgido de esta oportunidad es Adopt a Library, un proyecto en el que una biblioteca de los Estados Unidos -o de alguna parte del mundo- adopta una biblioteca de Puerto Rico. A través de este inventario estamos recopilando la información para juntar las instituciones y canalizar la ayuda”, concluyó Ayala. Durante su visita, Centeno asesoró a bibliotecarios, directores de archivos y museos del sector público y privado para que, una vez ocurra un fenómeno de este tipo, no solo se evalúen los daños, sino que además debe contarse con los suministros que protejan al personal que entró en las áreas afectadas por la falta de aire acondicionado y la propagación de hongos. “Adiestramos al personal acerca de los principios básicos de preservación, cuidado de colecciones, planificación y preparación de un equipo de emergencia para tratar de mejorar poco a poco la situación que enfrentan”, expresó, en entrevista con Prensa RUM. Según manifestó, además de compartir las herramientas de preservación, le interesaba, como puertorriqueña, conocer de primera mano las experiencias de los asistentes con los efectos del ciclón en sus centros de trabajo. En ruta a la recuperación En el caso del Recinto, uno de los edificios más afectados por las lluvias del huracán María, fue la Biblioteca General. Según describió la doctora Anidza Valentín Rodríguez, dos días después del evento, lograron entrar a la instalación para comenzar el proceso de limpieza y recuperación. “Nos encontramos con los pisos inundados, los recursos con un poco de hongo y algunos tragaluces perdidos, por lo que se filtró mucha agua. Para mitigar los daños, se abrieron las ventanas para que circulara el aire y comenzamos a sacar agua. Gracias a la colaboración del equipo de trabajo y de los voluntarios que se acercaron para colaborar, se encaminaron los trabajos”, indicó Valentín Rodríguez, directora de dicha dependencia colegial. Una vez se restauraron las operaciones en ciertas áreas, contactaron a expertos en Estados Unidos para que les orientaran acerca del proceso para preservar las colecciones ante el desastre. Así fue como surgió la oportunidad de traer a Miriam Centeno, coordinadora de Cuidado de Colecciones en la Biblioteca de la Universidad de Illinois, en Urbana, Champaign, como parte de la subvención recibida. Del mismo modo, el doctor Pedro Vázquez, decano asociado de Asuntos Académicos, elogió al personal docente de la Biblioteca por ser parte del esfuerzo de recuperación, así como a los empleados adscritos al Departamento de Edificios y Terrenos por el apoyo que les brindaron para atender con prontitud los daños en el edificio. Miriam Centeno es puertorriqueña y antes de desempeñarse en la Universidad de Illinois, laboró en la Biblioteca del Congreso. Actualmente tiene a cargo las encuadernaciones, reparaciones y almacenaje de materiales, además de asesorar acerca de cómo salvaguardar las instalaciones y el acervo bibliográfico cuando ocurre algún desastre. SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=4103 |