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Lo que el viento y el agua se llevaron

Por Idem Osorio De Jesús (idem.osorio@upr.edu)
PRENSA RUM

viernes, 9 de marzo de 2018
Algunas de las imágenes más impactantes que dejó el histórico temporal del 19 de septiembre pasado en el entorno puertorriqueño, fueron las de los daños causados a las estructuras, ya fueran casas, edificios, negocios, escuelas, hospitales, carreteras, incluso, comunidades enteras. Esa inminente realidad, se convirtió en tema obligado para discutir entre expertos de diversas ramas de la ingeniería, con el fin de activar los mejores recursos en bienestar del país.
 
La convocatoria se hizo posible en el reciente conversatorio Impacto de María en la infraestructura en Puerto Rico que realizó recientemente el Centro Hemisférico de Cooperación en Investigación y Educación en Ingeniería y Ciencia Aplicada (CoHemis) en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM). Dedicadas sus versiones anteriores a los daños ocurridos en las costas, en el sistema eléctrico y en las telecomunicaciones, esta fue la cuarta edición de la serie de Conversatorios para un Puerto Rico resiliente, cuyo fin es discutir efectivamente los retos del país tras el paso del devastador ciclón y mantener una visión de sustentabilidad a largo plazo como ruta a las soluciones. 
 
“Uno de los objetivos es compartir la información con los diferentes sectores de la sociedad. La idea es que a partir de este intercambio de ideas se puedan desarrollar propuestas y llevarlas al gobierno y a los que tienen que implementarlas. El huracán María nos ayudó a crear una conciencia de cuán susceptibles somos frente a los fenómenos naturales y hemos tomado el tema como eje, pero el propósito es poder desarrollar otras iniciativas para que Puerto Rico sea más resiliente. Para ello, el pueblo se tiene que unir y colaborar. Los diferentes sectores tenemos que tomar cartas en el asunto y tomar conciencia de que las decisiones son nuestras y que somos quienes tenemos que diseñar el futuro del país”, afirmó el doctor Fernando Gilbes Santaella, director de CoHemis. 
 
Precisamente, el también decano interino del Colegio de Artes y Ciencias tuvo a su cargo la apertura del evento que se celebró el pasado 20 de febrero ante casa llena. Invitados para hablar desde sus respectivas áreas de especialidad, acudieron como recursos: los doctores Benjamín Colucci Ríos, transportación y tráfico; Luis D. Aponte Bermúdez, vientos y efectos en estructuras; y Ricardo Ramos, deslizamientos y estructuras, los tres del Departamento de Ingeniería Civil y Agrimensura (INCI); junto a la doctora Sonia M. Bartolomei Suárez, del Departamento de Ingeniería Industrial, quien habló desde la perspectiva de las comunidades vulnerables. También se integró al panel de expertos el ingeniero Alvin Rodríguez, consultor en impactos en infraestructura.
 
El conversatorio, que se realizó con la colaboración del Centro de Resiliencia Costera (CRC) y el Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, contó en su inicio con saludos de los doctores Genock Portela Gauthier, en representación de la rectora interina, Wilma Santiago Gabrielini; Agustín Rullán, decano del Colegio de Ingeniería; así como el profesor Ismael Pagán Trinidad, director de INCI y anfitrión de la concurrida actividad que tuvo lugar en el auditorio del edificio que alberga su Departamento y que se ha convertido ya en la sede oficial de la serie.
 
El primer turno correspondió al doctor Colucci Ríos, quien se centró en el tema de la transportación, el sistema de carreteras, puentes, semáforos y toda la infraestructura inmobiliaria a la orilla de las vías, así como en un estimado de costos e informe actual de restablecimiento, a casi seis meses del potente fenómeno atmosférico.
 
“Los daños fueron significativos. Ciertamente, la infraestructura del país no estaba preparada, Todo lo pertinente a las telecomunicaciones, la logística, es área para mejorar. En cuanto al diseño formal de las estructuras, sí mostró que estaba preparada la parte de los puentes. Ahora bien, hacen falta fondos de mantenimiento una vez tenemos una infraestructura construida, para asignarlos a la parte de rehabilitación y mantenimiento preventivo. Eso es necesario para poder seguir la movilidad y accesibilidad que hace falta de toda la infraestructura y mejorar la calidad de vida de todos nuestros usuarios”, reveló el también director del Centro de Transferencia de Tecnología y Transportación, quien incluyó una lista de las lecciones aprendidas con varias recomendaciones que se podrían adoptar para evitar muchas de las situaciones que se enfrentaron.
 
Prosiguió su turno el doctor Aponte Bermúdez, cuya presentación giró en torno a los vientos máximos que midieron las estaciones meteorológicas en Puerto Rico, para tener una idea de cuáles son los de mayor velocidad medidos en las estaciones en tierra, muchas de las que también fallaron. De igual forma, presentó los datos oficiales de los boletines del Centro Nacional de Huracanes, y las intensidades de la tormenta cuando entró y cuando salió de la isla, así como un informe actualizado con fotos de los daños ocasionados por las fuertes ráfagas.
 
“Nosotros tenemos un buen código de construcción en Puerto Rico que se origina desde el 1949. La infraestructura no había sido probada con un evento extremo, este huracán es el quinto más intenso que toca territorios de Estados Unidos, así que nos puso a prueba. Vemos muchas casas, estructuras residenciales en hormigón que están bien. Sí hay viviendas a las que les fallaron las puertas y ventanas, también mucho daño por el agua que les entró. En esa parte, tenemos que mejorar y evaluar. Nuestro código es muy bueno, pero siempre hay avances en la ciencia, y los códigos muchas veces van más rápido de lo que el país puede adoptar uno nuevo. Puerto Rico estuvo bastante bien preparado, yo esperaba ver más daños en ese sentido, aunque sí tuvimos miles de millones en pérdidas. Creo que nos estamos recuperando a un paso lento, pero bastante estable”, aseguró el también consultor en la práctica privada como ingeniero estructural, especializado en vientos.
 
Su colega en INCI, el doctor Ramos, abundó sobre el aspecto de los derrumbes, uno de los grandes retos que trajo María por la gran acumulación de lluvia en un corto periodo de tiempo que saturó los terrenos y provocó cerca de 13 mil derrumbes en toda la isla.  
 
“Los deslizamientos en este tipo de eventos son superficiales, afectan mucho la capa vegetal, y como la topografía de Puerto Rico es bastante marcada, principalmente en el área central de la isla, es donde más se observaron. Se afectaron muchas estructuras, el impacto fue fuerte”, aseveró, al tiempo que subrayó, que el problema se agrava con la pérdida de esa vegetación que es la que ayuda a controlar la erosión, por lo que al quedar el suelo expuesto, se repiten los eventos con los episodios de lluvias posteriores.
 
En cuanto a los estudios sobre suelos, con miras a obtener permisos de construcción, Ramos destacó que aunque son requeridos, pueden ocurrir eventos extraordinarios naturales que afecten las condiciones del terreno y que no hay manera de prevenir. A tales efectos, un grupo de profesores e investigadores colegiales tanto de Ingeniería Civil como de Geología ya ha comenzado un estudio con el objetivo de mejorar los mapas de susceptibilidad a estos movimientos de tierra.
 
“Eso podría ser una gran herramienta, pero hay que tomar en cuenta que hay cosas que no podemos controlar y siempre va a haber un riesgo. Si uno puede predecirlo o no, es un poco difícil. Muchos factores afectan este tipo de comportamiento en el suelo. En la primera fase  están recolectando los datos de dónde ocurrieron los deslizamientos para luego correlacionarlos con las intensidades de lluvia, la geología, así como la resistencia y tipo del suelo. Para entonces, basado en eso, ver si se puede mejorar el mapa que se puede utilizar para tomar decisiones en el futuro si se debería o no construir en esas zonas”, agregó el también consultor, por alrededor de dos décadas, en aspectos estructurales y de geotecnia.
 
En representación de las comunidades vulnerables, se presentó la doctora Bartolomei Suárez, quien habló sobre los resultados de un estudio realizado como profesora adjunta del Instituto Universitario de Desarrollo las Comunidades, con los vecinos del Barrio Añasco Playa, en ese sector costero que resultó seriamente afectado como consecuencia de las inundaciones del Río Grande de Añasco. 
 
Acompañada por el trabajador comunitario añasqueño Crispín González Méndez y la estudiante colegial Kristal Z. Torres Pesante, del Departamento de Psicología, la profesora relató cómo se trabajó con los residentes para entrevistarlos y que pudieran expresar sus mayores preocupaciones y retos tras la emergencia. Entre las sugerencias que se recogieron se destacan: una mejor planificación al realizar diseños, un mantenimiento apropiado a los puentes e infraestructuras, la despolitización del sistema de permisos y la modificación en la zona marítimo terrestre.
 
Para concluir la ronda, se presentó el ingeniero Rodríguez, egresado del RUM con más de 20 años de experiencia en el análisis y diseños de proyectos industriales, sanitarios, hoteleros comerciales, residenciales y de transporte en la industria privada. Parte de su experiencia incluye haber participado en equipos de reconocimiento y evaluación con la Agencia de Manejo de Emergencia Federal (FEMA), luego de eventos extremos de terremotos y huracanes en asuntos estructurales. 
 
Precisamente en su ponencia, presentó ejemplos de algunas de las estructuras que resultaron severamente afectadas en Puerto Rico como puentes y carreteras, así como las medidas que se tomaron para brindar una solución inmediata y efectiva de forma tal que pudieran operar de manera segura. Tal como lo hicieron sus colegas, ofreció una serie de recomendaciones a la hora de construir en el país contemplando diversos factores como los vientos de alta velocidad que trajo el reciente ciclón.
 
“Ahora va a resurgir con esto de María un cambio en los códigos, todo el mundo va a opinar y ahora es que como profesionales tenemos que trabajar. No tengo problema en que cambien, sino que vean los criterios que conlleva esa transformación”, aseveró, al tiempo que instó a reflexionar sobre la construcción informal y el análisis de las razones por las que fallaron los sistemas eléctricos y de telecomunicaciones, antes de poder encaminarse hacia la verdadera resiliencia en la construcción del país.
 
Como es costumbre, el evento culminó con un diálogo participativo en el que los asistentes pudieron formular sus preguntas e intercambiar información con los expertos invitados.

  • El conversatorio <em>Impacto de María en la infraestructura en Puerto Rico</em> contó como recursos (desde la izquierda): con el ingeniero Alvin Rodríguez, los doctores Benjamín Colucci Ríos y Ricardo Ramos, de Ingeniería Civil y Agrimensura; junto al líder comunitario Crispín González Méndez y la doctora Sonia M. Bartolomei Suárez, de Ingeniería Industrial.<br>Suministrada
  • La cuarta edición de la serie de <em>Conversatorios para un Puerto Rico resiliente</em> se celebró ante casa llena en lo que se ha convertido en su sede, el auditorio del Departamento de Ingeniería Civil y Agrimensura.<br>Suministrada
  • El doctor Luis D. Aponte Bermúdez, también catedrático de Ingeniería Civil y Agrimensura, aportó su pericia en cuanto a los vientos y sus efectos en estructuras.<br>Suministrada
  • En el orden acostumbrado: la estudiante Kristal Z. Torres Pesante, el trabajador comunitario Crispín González Méndez y la doctora Sonia Bartolomei Suárez, quienes hablaron sobre los resultados de un estudio realizado en el Barrio Añasco Playa.<br>Suministrada
  • Algunas de las imágenes más impactantes que dejó María en el entorno puertorriqueño, fueron las de los daños causados a la infraestructura.<br>Suministrada
El conversatorio <em>Impacto de María en la infraestructura en Puerto Rico</em> contó como recursos (desde la izquierda): con el ingeniero Alvin Rodríguez, los doctores Benjamín Colucci Ríos y Ricardo Ramos, de Ingeniería Civil y Agrimensura; junto al líder comunitario Crispín González Méndez y la doctora Sonia M. Bartolomei Suárez, de Ingeniería Industrial.<br>SuministradaLa cuarta edición de la serie de <em>Conversatorios para un Puerto Rico resiliente</em> se celebró ante casa llena en lo que se ha convertido en su sede, el auditorio del Departamento de Ingeniería Civil y Agrimensura.<br>SuministradaEl doctor Luis D. Aponte Bermúdez, también catedrático de Ingeniería Civil y Agrimensura, aportó su pericia en cuanto a los vientos y sus efectos en estructuras.<br>SuministradaEn el orden acostumbrado: la estudiante Kristal Z. Torres Pesante, el trabajador comunitario Crispín González Méndez y la doctora Sonia Bartolomei Suárez, quienes hablaron sobre los resultados de un estudio realizado en el Barrio Añasco Playa.<br>SuministradaAlgunas de las imágenes más impactantes que dejó María en el entorno puertorriqueño, fueron las de los daños causados a la infraestructura.<br>Suministrada
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Video reportajes disponibles en:
youtube Conversan sobre la instraestructura de la isla

SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=4140