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Colegial aunque naciera en la luna

Por Idem Osorio De Jesús (idem.osorio@upr.edu)
PRENSA RUM

viernes, 16 de marzo de 2018
Como orgullosa colegial y puertorriqueña, Nilka I. Arroyave Egipciaco plantó bandera en el continente australiano, donde fue admitida recientemente al programa de Medicina en Veterinaria de la Universidad de Sídney.
 
Su emoción y felicidad por este logro le saltan por los poros, pero una de las cosas que más le llena de satisfacción es poder ser la primera embajadora en esas latitudes de su alma mater, el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), donde completó un bachillerato en el Departamento de Ciencia Animal del Colegio de Ciencias Agrícolas y se graduó en 2016.
 
“Me siento privilegiada y afortunada de poder representar a Puerto Rico y al Colegio. Llevo en mi sangre, sangre verde, y esa es la mejor educación. Vengo de una familia colegial, mi padre es ingeniero químico, mi madre química y mi hermana mayor ingeniera química y biotecnóloga. Los colegiales siempre luchamos e intentamos buscar lo mejor”, reiteró la joven de 24 años.
 
Según le constataron fuentes oficiales de la Escuela de Veterinaria en el programa de Doctor of Veterinary Medicine de la Universidad de Sídney, actualmente en su clase, Nilka es la única representante caribeña y una de dos latinoamericanas de los 144 estudiantes activos en esa oferta académica.  
 
“Es increíble que solamente aceptaron este año académico a dos personas de países hispanoamericanos: Venezuela y Puerto Rico, lo que nos debería llenar de orgullo, ya que es un ejemplo de que aún en circunstancias difíciles en nuestros países, hay noticias buenas que debemos resaltar”, subrayó. 
 
Y ¿cómo llegó esta boricua, oriunda de Cataño y con raíces paternas colombianas, a una nación al otro lado del mundo? La egresada colegial contó que todo fue parte de un proceso muy largo -y también tedioso- de solicitar escuelas graduadas en Veterinaria. Su búsqueda no se limitó a Estados Unidos, sino que amplió su horizonte a nivel internacional, incluso a programas en Londres y Escocia, a los que no pudo ser admitida en esa ocasión. No obstante, esto no minó su empeño.
 
“Era una constante competencia con otros candidatos y también una experiencia agotadora. Fueron tres años de incertidumbre y hasta me cuestionaba si esto era realmente lo que deseaba ser. Sin embargo, seguí luchando y teniendo más experiencias, hasta comencé una maestría online en Salud pública de Walden University. Como la tercera es la vencida, fui aceptada en Sídney y el proceso con ellos se me hizo muy fácil”, relató emocionada.
 
Aunque en un principio no tenía referencias de la institución australiana, más tarde se enteró que ocupa el undécimo lugar en la clasificación mundial en Medicina Veterinaria, está acreditada y es reconocida internacionalmente por el Royal College of Veterinary Surgeons, del Reino Unido, y la American Veterinary Medical Association (AVMA) de Estados Unidos. Igualmente, cuenta con las debidas credenciales de Australia, Europa, Malasia, Singapur, Hong Kong y Sudáfrica; por lo que un egresado de ese programa puede trabajar y practicar a nivel mundial.
 
En términos económicos, Nilka aseguró que los gastos de matrícula son menores comparados con muchas universidades estadounidenses, aunque el costo de la vida en la ciudad es alto, por tratarse de la más grande y poblada de esa nación. Sin embargo, siempre hay opciones más accesibles para estudiantes, en lo que respecta al alquiler de vivienda.
 
Casualmente, la noticia de su aceptación no pudo llegar en un día más simbólico que el pasado Acción de Gracias, en noviembre de 2017, mientras se encontraba de visita en el estado de Georgia. Su carta de admisión por correo electrónico se convirtió en un motivo muy grande para sentirse profundamente agradecida. De hecho, no tuvo mucho tiempo para prepararse, ya que las clases empezaron el pasado 19 de febrero, por tratarse de un sistema educativo que inicia el año académico entre febrero y marzo.
 
Una vez pisó suelo australiano, Nilka se enamoró a primera vista de la cultura y de la majestuosidad de la Universidad, que compara con el estilo de la escuela Hogwarts de la saga de películas de Harry Potter. Con una matrícula de alrededor de 60 mil estudiantes de más de 130 nacionalidades, la institución está ubicada en la famosa ciudad portuaria que cuenta con maravillosos tesoros nacionales como playas, zonas montañosas, parques y lugares de interés como el icónico Sydney Opera House.
 
“Culturalmente, me encanta; puedes hacer desde actividades acuáticas hasta desérticas, hay variedad de ecosistemas y climas. He ido a desiertos, bosques y he podido montar camellos, tocar canguros, ver koalas y pingüinos australianos. Es un lugar perfecto para distintas aventuras”, contó, al tiempo que recordó que cuando su hermana y su mamá la acompañaron a instalarse, quedaron sorprendidas con la manera en que manejan los autos “al revés en la carretera y del guía”. 
 
El carácter afable de los australianos y la apertura hacia la diversidad, son otros de los aspectos que han cautivado a esta boricua, a quien también le chocó que en muchos lugares y restaurantes consumen la carne de canguro, a pesar de ser uno de los animales emblemáticos del continente. Por cierto, la comida y el sazón boricua es una de las cosas que más extraña, aparte, por supuesto, de su novio y la familia en su querida isla.
 
Nilka espera completar el programa doctoral en el periodo requerido de cuatro años, por lo que está llena de expectativas y esperanzas de lo que será esta etapa universitaria. Asimismo, aunque le interesa trabajar con equinos, animales exóticos o de la fauna salvaje (wildlife), también sabe que la preparación que recibirá, le permitirá especializarse en distintas áreas.
 
“Más que amar a los animales, elegí la carrera porque muchas investigaciones se hacen a partir del estudio o práctica con estos, mediante los cuales se han encontrado curas para enfermedades o condiciones. Así que, no solo los ayudaría, también, mediante la bioseguridad, protegería a los seres humanos”, aseveró.
 
La futura veterinaria se siente muy segura del paso que comienza, en gran medida, gracias a la formación que obtuvo en su entrañable RUM, experiencia que atesora y describe como retadora y gratificante. Una de las grandes lecciones que recibió es la importancia de trabajar en equipo y de crear una red de conexiones. A sus pares colegiales a punto de graduarse, específicamente los de Ciencia Animal, Biología y Preveterinaria, les instó a solicitar a la mayor cantidad de escuelas graduadas, en especial las internacionales y a no darse por vencidos en el proceso. 
 
“Yo estoy rodeada de gente que ha puesto en alto a Puerto Rico y al Colegio. Una de mis hermanas lo hizo en un concurso de belleza internacional y mi novio también ha representado en muchas ocasiones al Recinto en competencias de Ingeniería Civil y es líder de percusión de la Banda. Honestamente, siempre me he preguntado cómo se sentiría, ¡y gloria a Dios, se me dio, y de qué manera! Es un orgullo que se me sale por los poros. Como dice el poema: yo sería borincana (y colegial) aunque naciera en la luna”.

  • Una de las cosas que más le llena de satisfacción a la egresada colegial es ser embajadora en esas latitudes de su alma mater.<br>Suministrada
  • Nilka I. Arroyave Egipciaco es la primera colegial admitida al programa de Medicina en Veterinaria de la Universidad de Sídney.<br>Suministrada
  • La orgullosa colegial es, actualmente, la única representante caribeña y una de dos latinoamericanas de los 144 estudiantes activos en el programa graduado.<br>Suministrada
  • La imponente Universidad de Sídney ocupa el undécimo lugar en la clasificación mundial en Medicina Veterinaria, está acreditada y es reconocida internacionalmente.<br>Suministrada
  • En la imagen, Nilka al frente de los edificios antiguos de Veterinaria en la Universidad.<br>Suministrada
  • La institución, de imponente arquitectura, cuenta con una matrícula de alrededor de 60 mil estudiantes de más de 130 nacionalidades.<br>Suministrada
  • La ciudad más poblada de Australia está llena de tesoros nacionales como el icónico <em>Sydney Opera House</em>, adornado aquí con la monoestrellada borinqueña.<br>Suministrada
Una de las cosas que más le llena de satisfacción a la egresada colegial es ser embajadora en esas latitudes de su alma mater.<br>SuministradaNilka I. Arroyave Egipciaco es la primera colegial admitida al programa de Medicina en Veterinaria de la Universidad de Sídney.<br>SuministradaLa orgullosa colegial es, actualmente, la única representante caribeña y una de dos latinoamericanas de los 144 estudiantes activos en el programa graduado.<br>SuministradaLa imponente Universidad de Sídney ocupa el undécimo lugar en la clasificación mundial en Medicina Veterinaria, está acreditada y es reconocida internacionalmente.<br>SuministradaEn la imagen, Nilka al frente de los edificios antiguos de Veterinaria en la Universidad.<br>SuministradaLa institución, de imponente arquitectura, cuenta con una matrícula de alrededor de 60 mil estudiantes de más de 130 nacionalidades.<br>SuministradaLa ciudad más poblada de Australia está llena de tesoros nacionales como el icónico <em>Sydney Opera House</em>, adornado aquí con la monoestrellada borinqueña.<br>Suministrada

SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=4149