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Veterinaria por vocación y pasión

Por Idem Osorio De Jesús (idem.osorio@upr.edu)
PRENSA RUM

viernes, 27 de abril de 2018
Paola M. Cruz Ramos es una de esas colegiales que persigue las oportunidades constante e incansablemente, sin detenerse hasta cumplir con su objetivo. Esa perseverancia unida a su talento son el motor para conseguir lo que se propone, en especial en su último año académico, en el Departamento de Ciencia Animal del Colegio de Ciencias Agrícolas del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), etapa en la que ganó una beca, participó en un prestigioso internado y fue admitida a una escuela graduada de Veterinaria en Estados Unidos, donde comenzará pronto el próximo paso de su carrera.    
 
Su cita con Prensa RUM para dar a conocer sus más recientes logros estaba pautada justamente para el 20 de septiembre de 2017, fecha que marcó una página de la historia puertorriqueña y que obligó a cancelar el encuentro. Más de seis mes después y tras casi dos semestres irregulares, se dio finalmente la reunión en la que esta joven natural de Guayama, que no se rinde ante la adversidad, compartió -con mucha emoción y humildad- sus hazañas.
 
El verano pasado, Paola fue seleccionada por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), a través de su programa nacional de internados de la Asociación de Colegios y Universidades Hispanas (HACU), para trabajar con el Agricultural Research Service, específicamente en el Livestock Behavior Research Unit, ubicado en Purdue University, Indiana.
 
Al regresar de esa experiencia transformadora, ganó la beca Centennial de la National Alpha Zeta, que se otorga por logros académicos, habilidades de liderazgo, carácter, servicio comunitario y necesidad financiera. Y en medio de los inconvenientes de comunicación que trajo María, pudo completar todo su proceso de solicitar escuelas graduadas y entró al programa de Veterinaria de North Carolina University
 
Según contó, todas han sido vivencias muy positivas, pero las obtuvo a pulso, por sus méritos y por su persistencia en perseguir sus sueños.
 
“Yo le digo a todo el mundo que no esperen, que tienen que buscar las oportunidades porque las cosas buenas no llegan fácil; uno tiene que poner de su parte, preguntar a sus profesores, buscar por internet. Cuando ven esa iniciativa tuya y ese interés, te ayudan. Aunque piensen que no tienen suficiente experiencia, o a lo mejor no es exactamente lo que están buscando, como quiera es bueno atreverse”, aseguró, al tiempo que agregó que se ha esforzado también para colaborar económicamente con sus padres en sus gastos de estudio.
 
Su aventura comenzó hace aproximadamente un año cuando solicitó un internado con el USDA, aunque le interesaba una experiencia de trabajo relacionada directamente con animales.
 
“Como quiera intenté, pero luego no completé todo porque no estaba segura en qué disciplina sería. Más adelante me escribieron que me habían aceptado y yo les pregunté: ‘¿Para qué me aceptaron?” y me respondieron ‘es que vimos tu resumé y decidimos admitirte’ ”, narró con orgullo.
 
Tras cumplir con todos los requisitos y estricto proceso para trabajar con esa agencia federal, pasó tres días en Washington, D.C. para recibir un adiestramiento especial e intensivo sobre las regulaciones de esa entidad. 
 
“Estábamos todos juntos, los de ingeniería, biología, química, de todas las áreas. Es el punto de encuentro donde nos conocemos, compartimos ideas, hacemos networking, nos dan los talleres y consejos de cómo mejorar nuestras destrezas en el ámbito profesional. Luego nos dividimos y nos envían a nuestros diferentes sitios de internado”, explicó.
 
El destino de Paola fue Indiana, donde se desempeñó como asistente de laboratorio de ganado por dos meses y medio, 40 horas cada semana, tiempo en el que fue responsable de brindar apoyo a todos los científicos que conducen investigaciones en el centro.
 
“Trabajé con tres animales diferentes: cerdos, vacas, y pollos. Era perfecto, lo que yo deseaba porque quiero estudiar Veterinaria. Me encantó porque aparte de desenvolverme en la finca, ayudé a sacar sangre, me enseñaron a hacer necropsias, cirugías en gallinas, a poner el catéter, administrar medicamentos. Igualmente, colaboraba en el laboratorio recolectando diferentes resultados de los experimentos, entre otras tareas”, relató.
 
El propósito principal de la mayoría de los experimentos era mejorar o reducir el estrés de los animales en las fincas, ya que estos luego se sacrifican para el consumo de carnes o se utilizan en el proceso de producción de leche y derivados. 
 
Esa vivencia, que se disfrutó a cabalidad, la llenó de muchas satisfacciones y de seguridad, ya que, aparte del conocimiento adquirido, le abrió las puertas para sus próximos objetivos profesionales.
 
'“Me sentí bastante preparada, había otros internos, todos eran de China. Yo era la única de Puerto Rico y que hablaba español. Cuando me comparé con los demás, que también estaban estudiando Ciencia Animal, me percaté de que no habían hecho muchas cosas que yo sí había aprendido y realizado en el RUM, como castrar cerdos y practicar en las fincas directamente con los animales”, subrayó.
 
De hecho, ese bagaje hizo brillar a la colegial, con experiencia previa en varios estudios en los que asistió a catedráticos de Ciencias Agrícolas, y que se ganó la confianza de los científicos de Indiana, quienes le encomendaban tareas de manera independiente por sus destrezas y su soltura. 
 
“Me gustó mucho porque su prioridad era siempre enseñarme, explicarme y asegurarse de que yo entendiera. Esas investigaciones son bien importantes, ya que ese es su trabajo y si hacía algo mal, era su reputación la que se podía dañar. Así que confiaron mucho en mí y me dieron la oportunidad de ayudarlos y ser parte del estudio, no solamente como observadora”, destacó la futura veterinaria, quien recibió evaluaciones muy satisfactorias de sus supervisores. 
 
“Lo recomiendo a todo el mundo. Ese internado en particular acepta muchos estudiantes de Puerto Rico, y es una buena forma para ahorrar. Yo, por ejemplo, con el dinero que me gané, pude pagar mis solicitudes a las escuelas graduadas veterinarias”, manifestó.
 
De hecho, ya Paola había participado en otro internado en una finca de cabras en Florida, donde aprendió a elaborar queso, yogur, jabones y cremas a base de la leche, productos que luego vendían.
 
“Ese lo busqué por mi propia cuenta. Yo quería hacer mi práctica en cabras y como aquí en Puerto Rico no hay muchas fincas, porque no se consume tanto su carne y no es muy común, investigué en Estados Unidos. En Ciencia Animal nos ofrecen muchos cursos diferentes como el de ganado lechero, pequeños rumiantes, avicultura. Yo cogí el de los rumiantes, que son las cabras y ovejas, y me fascinó, así que decidí hacer mi práctica en eso”, aseveró la alumna, quien lo recomendó para complementar lo aprendido en los cursos y los libros.
 
Paola, con 3.95 de promedio académico al momento, también procuró realizar prácticas en clínicas especializadas en animales, en su interés de adquirir experiencia y de confirmar su vocación. La primera fue en Salinas y la segunda en Mayagüez, como parte del programa Mi primera experiencia laboral.
 
“Al principio no estaba muy segura que quería ser veterinaria. A mí me gustaba mucho la biología, me interesaba estudiar las enfermedades, pero también ayudar a las personas y a los animales. Luego empecé a ir de voluntaria a la clínica y me di cuenta que yo sería súper feliz si ese fuera mi trabajo todos los días. Confirmé que me encanta”, expresó, al tiempo que destacó que le gustaría especializarse en animales de compañía o en el área de Food Animal Medicine.
 
El pasado semestre académico recibió la grata noticia de la beca Centennial de la National Alpha Zeta, una fraternidad a nivel de Estados Unidos, con un capítulo en Ciencia Animal del Colegio, que integra mujeres y hombres y cuya labor se enfoca en el voluntariado en diferentes áreas de la agricultura. Solo admite a estudiantes del cuadro de honor, quienes pueden competir para becas como la que ganó Paola, también miembro del Golden Key International Honour Society y de la Asociación de Estudiantes de Preveterinaria.
   
“El enfoque principal es siempre ayudar a mejorar la agricultura aquí en Puerto Rico y en otros países, a través del servicio comunitario. Siempre estamos ayudando, haciendo voluntariado, en todo lo que se necesite con ese fin”, aseveró la también recipiente de otras becas como la Dr. Reinaldo Nadal Grau, por tener el mayor promedio en tercer año de toda la Facultad, y la que le concedió el Colegio de Veterinarios de Puerto Rico, por ser el más alto de Preveterinaria, entre otras.
 
Esta portadora de sangre de verde culminó todos sus cursos de Preveterinaria y Ciencia Animal el pasado semestre y desfilará en la graduación del RUM el 22 de junio de 2018. Luego abordará el avión que la llevará a su próximo sueño en Carolina del Norte. No obstante, la embajadora boricua, quien se siente muy orgullosa de su paso por el Colegio, adelantó que regresará a su patria a contribuir y aportar al progreso de la isla.
 
“Fue una travesía de muchas altas y bajas, pero fue muy buena. Esos días que uno se queda hasta las cuatro, cinco de la mañana estudiando, el cansancio, eso te prepara para la vida real, para la vida competitiva después que uno se gradúa”, puntualizó.
 

  • Paola fue seleccionada por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), para trabajar en el <em>Livestock Behavior Research Unit</em>, ubicado en Purdue University. Indiana.<br>Suministrada
  • En Indiana se desempeñó como asistente de laboratorio de ganado por dos meses y medio en los que fue responsable de brindar apoyo a todos los científicos que conducen investigaciones en el centro.<br>Suministrada
  • La colegial realizó diversas tareas en el laboratorio como sacar sangre, hacer necropsias, cirugías,  administrar medicamentos y recolectar diferentes resultados de los experimentos.<br>Suministrada
  • La futura veterinaria iniciará sus estudios graduados en <em>North Carolina University</em>.<br>Suministrada
Paola fue seleccionada por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), para trabajar en el <em>Livestock Behavior Research Unit</em>, ubicado en Purdue University. Indiana.<br>SuministradaEn Indiana se desempeñó como asistente de laboratorio de ganado por dos meses y medio en los que fue responsable de brindar apoyo a todos los científicos que conducen investigaciones en el centro.<br>SuministradaLa colegial realizó diversas tareas en el laboratorio como sacar sangre, hacer necropsias, cirugías,  administrar medicamentos y recolectar diferentes resultados de los experimentos.<br>SuministradaLa futura veterinaria iniciará sus estudios graduados en <em>North Carolina University</em>.<br>Suministrada

SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=4188