La genialidad de Agustín Stahl pervive los tiempos. Más allá de su profesión de galeno era un artista amante de la flora y la fauna. Fue así como conjugó sus múltiples talentos para legar una obra científica y artística a través de las generaciones.
Se trata de una serie de acuarelas que muestran, con gran precisión, distintos especímenes que recolectaba mientras visitaba a sus pacientes en sus casas.
El Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) es el custodio principal de su obra que ahora engalana las paredes de su museo, conocido como MuSA, en la exposición Palmas, cactus y comestibles.
"Este proyecto tiene como fin destacar las colecciones permanentes del Recinto. La primera vez que lo hicimos fue en el 2016. Ahora, nuevamente, volvemos a sacarlas. Comenzamos con Agustín Stahl y, ya para septiembre, esperamos inaugurar la primera de Marcos Irizarry. MuSA siempre ha tenido una visión y misión de ser un espacio interdisciplinario, así que esta exhibición busca integrar otras áreas del recinto como, por ejemplo, ha sido en este caso el Colegio de Ciencias Agrícolas, y el Departamento de Biología con su herbario. Somos un museo de arte, pero el arte no se construye solo, precisamente, se nutre de todas estas áreas que vienen a ser una gran aportación a nuestras exhibiciones", explicó la doctora Zorali De Feria, directora del MuSA.
De hecho, el Colegio es el custodio principal de la obra de Stahl, que consta de 583 de sus acuarelas, donadas en 1973 por el doctor José A. Nolla.
Durante los actos de apertura, celebrados el jueves, 19 de abril, la rectora interina del RUM, Wilma L. Santiago Gabrielini, dio la bienvenida a los presentes.
"Cada vez que tenemos la oportunidad de presentar una nueva exposición es motivo de alegría y satisfacción para nosotros, ya que conservar el arte y luego, poder compartirlo es una forma milenaria de comunicar experiencias, sensaciones y educación. En el Colegio de Mayagüez nos sentimos más que privilegiados de ser los albaceas de la colección más grande de acuarelas del doctor Agustín Stahl, quien fue considerado como el primer científico puertorriqueño. Además se destacó por su pasión por el arte y combinó ambas pasiones -la ciencia y el arte- para legarnos, hoy, este trabajo valiosísimo, tanto por atención al detalle que podemos observar en sus obras, que representa la parte didáctica, como la belleza de las mismas, ya en su dimensión artística", afirmó Santiago Gabrielini.
En esta ocasión, las curadoras de la muestra fueron las profesoras Jeanine Vélez Gavilán, asociada de investigación y curadora del Herbario MAPR, de Biología: y Sally González, catedrática de Ciencias Agrícolas y especialista en forestación urbana y paisajismo.
"Estar aquí y recalcar el valor científico del trabajo de Stahl, quien es el padre de las ciencias naturales, es sumamente importante y emocionante. Él era médico, pero le apasionaban las ciencias naturales. Él se autoadiestró como botánico, zoólogo, antropólogo y trabajó en las ciencias agrícolas. Definitivamente era multifacético. Hizo muchos trabajos pioneros en Puerto Rico. El hecho de que fuera médico, pero hiciera un trabajo tan monumental para hacer una flora ilustrada en varios fascículos, definitivamente lo coloca como un ser adelantado a sus tiempos. La obra tiene relevancia hoy en día porque el detalle científico es vigente; es veraz, científicamente hablando", expresó Vélez Gavilán.
Coincidió con ella González, quien relató que la primera vez que vio las acuarelas de Stahl en la Biblioteca General, para la década del noventa, se impresionó muchísimo y, desde entonces, consideró que debería estar accesible para el público con más frecuencia.
"Para mí, Agustín Stahl era un humanista y una persona totalmente adelantada a sus tiempos. Era un médico de profesión y un artista de corazón, pero un artista científico. A mí me gusta mucho el cuadro de Bonilla que tiene aquí la sala de exhibición porque captura su esencia. Sus pasiones eran la botánica y la antropología, que es lo que él tiene en primer plano en ese cuadro, pero su vida giraba en torno a la medicina y vemos el estetoscopio en la parte posterior. Era una persona que creía en compartir conocimiento, en hacer investigación, y en la enseñanza. Esa es la gran similitud que le he encontrado con el Colegio de Ciencias Agrícolas. Es una gran casualidad también que en las postrimerías de su vida nace el Colegio de Ciencias Agrícolas, en Mayagüez, así que es como en cierto modo perpetuar su legado", enfatizó.
La muestra está complementada por 13 fotografías del biólogo Omar Monsegur, egresado del RUM, quien labora en Fish and Wildlife.
"Es un privilegio ser parte de esta exposición, ya que estudié Botánica en el Departamento de Biología y me especialicé en conservación de plantas y especies raras en peligro, y desde los inicios en los estudios en Mayagüez, escuché de la obra de Agustín Stahl y conocí sobre su legado. Así que poder contribuir con el trabajo fotográfico, complementando sus acuarelas y sus obras, es realmente un honor para mí", indicó.
Nacido en Aguadilla en 1842, Stahl fue un ávido estudioso de las Ciencias Naturales y recolectó especímenes de la flora de Puerto Rico para luego elaborar dibujos y acuarelas sobre estos. Su objetivo era incorporarlas a su trabajo Estudios para la Flora de Puerto Rico. Esta obra quedó inconclusa, principalmente por limitaciones económicas. Las acuarelas de Stahl se destacan por su precisión y valor como ilustración científica, así como por su calidad artística. Además, siguen siendo importantes para la ciencia hoy en día, ya que proveen detalles taxonómicos que apoyan la descripción e identificación de las especies que existían en Puerto Rico en el siglo XIX. El legado de Stahl a la botánica ha sido documentado por el Instituto Smithsoniano del Museo Nacional de Historia Natural y se encuentra disponible a través de la página digital de esta institución.