Reciben subvención de la EPAUn grupo de estudiantes del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), dirigidos por el doctor Ricky Valentín, del Departamento de Ingeniería Mecánica, recibió una dádiva de $ 15 mil que otorgó la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) como parte de su competencia anual de diseño People, Prosperity and the Planet, en la categoría de Desarrollo sustentable y Prevención de contaminación. La dádiva permitirá al grupo realizar y concluir la primera fase de su investigación Evaluation of Chitosan and Chitosan Ag Electrospun Membranes for Lead and Bacterial Removal From Potable Water of Puerto Rico. Así lo dio a conocer el doctor Valentín, catedrático asociado del mencionado Departamento, quien imparte el curso INME 4198 que agrupa a los alumnos premiados. "Es una propuesta de dos etapas, en este primer año hacemos un estudio inicial de la viabilidad de lo que proponemos. Vamos a generar unas nanofibras del material biodegradable chitosan para la captura de plomo en el agua potable de Puerto Rico. Ya empezamos esa parte y ahora estamos en el proceso de experimentos en los que las usamos para ver si están removiendo el plomo. Es un proyecto bien sencillo", explicó el investigador principal. Agregó que se trata de una competencia enfocada en que los estudiantes a nivel subgraduado adquieran experiencia en este campo. De hecho, tres de sus seis alumnos en el curso trabajan actualmente en el proyecto de la EPA, mientras el resto del grupo colabora con otros estudios que conduce el catedrático. El colectivo está integrado por: Daniel Artés, Alba Lacén, Rolizmar Vega, Kenneth Burgos, Manuel García y Mariely Suárez, así como Ana Vega, quien se desempeña como asociada de investigación. Valentín destacó que su equipo, cuyos integrantes son todos de Ingeniería Mecánica, se enfoca en la manufactura para generar nanofibra de diversos materiales. "Tenemos un proceso bastante innovador: ponemos unos polímeros en solución y usando fuentes electromagnéticas generamos unas nanofibras a la nanoescala. La ventaja de estas es que tienen mucha área superficial y son mejores para filtrar. En este caso, el chitosan es parecido a los caparazones de los crustáceos. De hecho, muchas veces se mueven esas cortezas y se consigue este material que no es dañino al ambiente. Por eso, es que lo queremos usar para la captura de plomo en el agua", detalló. El investigador abundó que se motivó a estudiar ese metal por su trasfondo en el campo de la Electrónica, que ha cambiado en los últimos 20 años cuando se usaba plomo en las soldaduras hasta eliminarlo completamente de estas. No obstante, advirtió que muchos aparatos electrónicos aún lo contienen y van a parar de algún modo a los vertederos y a los cuerpos de agua del País. De ahí, surgió el interés en la propuesta por suprimirlo del agua potable que consumen los puertorriqueños. "Ya tenemos las membranas de nanofibra que son las que vamos a usar como filtro. Ahora estamos comprando plomo para depositarlo en agua en distintas raciones y lo vamos a pasar por las membranas a ver cuánto capturamos", especificó el ingeniero mecánico, quien imparte cursos de diseño en su Departamento desde hace 10 años.
Su orgullo como docente es evidente, ya que asegura que este tipo de proyectos aporta una vivencia inigualable para sus alumnos, quienes muchas veces no logran obtener una coyuntura como esta en sus carreras académicas. SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=2426 |