La farmacéutica Lilly del Caribe otorgó el premio Dr. Frank M. Deane Passion for Science Award a la joven Nerymar Ortiz Otero, egresada de la clase del 2013 del Programa de Biotecnología Industrial (Biotec) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM). La dádiva consta de una subvención de $ 5 mil dólares, por semestre, por los próximos cuatro años.
Nerymar, quien actualmente cursa estudios graduados conducentes a un doctorado en Ingeniería Biomédica en la Universidad de Cornell, fue nominada por su mentor, el doctor Carlos Ríos Velázquez, catedrático de Biología y coordinador del Programa Biotec del Recinto.
"Ese premio se otorga a universitarios talentosos que sienten pasión por la ciencia, como bien señala su nombre, como parte de nuestro compromiso de desarrollar la futura generación de profesionales para Puerto Rico. Buscamos un estudiante con una visión integral, que tenga interés por la ciencia, pero que también pueda ayudar a los demás a continuar desarrollándose, que sienta esa pasión por devolver ayudando a otros", explicó Lourdes S. Colón, gerente general de Lilly del Caribe.
La joven galardonada se conectó vía videoconferencia a una reunión que se llevó a cabo en la Oficina del Rector del RUM en la que se oficializó la premiación.
"El mensaje que tengo para todos los estudiantes que están en la Universidad es que sigan sus sueños y su intuición. Aunque no es fácil, les exhorto a que sigan luchando por lo que quieren, que no se dejen caer por nada, que se mantengan firmes y que ayuden a los demás", puntualizó.
Este logro ejemplifica la importancia de que los estudiantes subgraduados se integren a la experiencia de investigación. Asimismo, destaca la relevancia de la mentoría para reforzar el proceso de aprendizaje enseñanza.
"Cuando uno nota que, a medida que pasan los semestres, la joven va ganando confianza, destrezas y acercándose más a sus sueños; uno como mentor, profesor e investigador se siente muy satisfecho y feliz. Cuando yo leí sobre este premio era como ver retratada a Nerymar, ya que busca la pasión por la ciencia", indicó el profesor en referencia al desarrollo de la alumna en su Laboratorio de Biotecnología Microbiana y Microprospectos.
El rector interino del RUM, Lucas N. Avilés y el decano interino de Artes y Ciencias, Manuel Valdés Pizzini, coincidieron en expresar que esta premiación ilustra la importancia de las alianzas entre la empresa privada y la Universidad. Del mismo modo, muestra el rol que tienen las instituciones educativas en el desarrollo de la Isla.
"Nos llena de satisfacción el saber que estamos cumpliendo con nuestro deber en dos formas. En primer lugar, preparando a los estudiantes para el país que necesitamos y segundo, ofreciendo a la industria los recursos que necesita", indicó el rector del RUM.
"Hemos vuelto a rejuvenecer y hacer voto con la razón de ser de la Universidad, que es cultivar estos estudiantes maravillosos. Es absolutamente refrescante. Además, nos demuestra el nivel de compromiso que tenemos de parte de los profesores que sirven de mentores a estos estudiantes. También es importante porque desarrollamos una interacción con la industria y sirve para preparar a estos estudiantes, para capacitarlos y elevar su nivel de operaciones y brindarles las experiencias que ellos puedan llevar a esos espacios de trabajo o proseguir estudios graduados e ir con una ventaja extraordinaria", afirmó, por su parte, Valdés Pizzini.
Durante la actividad, la empresa también le entregó una dádiva de $ 5 mil a Madeline Candelaria Custodio, estudiante doctoral de Ingeniería Química en el Recinto, quien en el 2012 recibió el mismo premio que tiene vigencia en apoyo económico por cuatro años. Asimismo, otorgó una aportación de $ 10 mil para el Laboratorio que dirige el doctor Ríos Velázquez.