No es la habitual empresa. Su filosofía corporativa se resume en compromiso social. Su fuerza laboral es diferente y en esa diversidad radica lo extraordinario. La integran manos que crean, luchan, trabajan, se esmeran y también dan gloria a la Patria. La mayoría de sus empleados son personas total o legalmente ciegas que, en desafío a cualquier reto, conforman su recurso humano más valioso.
Se le conoce como Puerto Rico Industries for the Blind (PRIFB) y la semana pasada celebró su reapertura como un centro de oportunidades de adiestramiento y empleo para esta población. La entidad logró reorganizarse y diversificarse con la asesoría y colaboración del Centro de Negocios y Desarrollo Económico, y la asociación estudiantil Enactus, ambas del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
"Nuestra compañía es un ejemplo de lo que se puede lograr mediante alianzas estratégicas. De una parte, la Academia nos provee sus conocimientos técnicos, así como su talento. Para completar la ecuación es necesario que las organizaciones, tanto públicas, como privadas, auspicien las productos y servicios que proveemos para sustentar estos empleos", precisó Josean Feliciano, vicepresidente ejecutivo de PRIFB, durante una concurrida actividad oficial en la que se dio a conocer este esfuerzo.
Según agregó el funcionario, la compañía retomó hace tres meses el proyecto con el fin primordial de rescatar los ofrecimientos de trabajo para este sector. Anteriormente, operó como Winston Salem Industries for the Blind, dedicada exclusivamente a la manufactura de uniformes militares. Al enfrentar el cierre, tanto Feliciano como Nelson Vázquez, su socio y director ejecutivo, decidieron continuar la iniciativa con otro enfoque para diversificar el negocio.
Como parte de esta reciente etapa, se inauguró una Tienda de uniformes para distintas profesiones y un Centro de llamadas, ubicados en las instalaciones de PRFIB en el Parque Industrial en Guanajibo, Mayagüez. De acuerdo con Feliciano, en los primeros tres meses de la operación, se han generado 21 empleos; 17 en el área de manufactura y servicios, dos en el área gerencial y dos a través de programas de internados y oportunidades de empleos en acuerdo con el RUM.
"Este tipo de alianza demuestra cómo podemos fortalecer la experiencia docente a través del aprendizaje en asistencia y adelantar nuestra agenda esencial de servicio a la comunidad apoyando iniciativas de empresarismo social que puedan ser competitivas y, a su vez, hacer accesible oportunidades económicas para todos los puertorriqueños", aseguró, por su parte, el doctor José I. Vega, coordinador del Centro de Negocios y Desarrollo Económico (CNDE) y catedrático del Colegio de Administración de Empresas (ADEM) del Recinto.
Para el doctor Vega, esta colaboración es imprescindible para todas sus partes, en especial para el País y su economía, que tanto lo necesita en medio de la actual coyuntura histórica.
"Esta buena noticia persigue dejar saber que esta empresa está disponible para trabajar con los negocios, con las compañías que contratan a manufacturar uniformes, ropa y otros servicios relacionados, entre ellos el centro de llamadas. Es bueno para los estudiantes, para la Universidad, para las personas no videntes y para Puerto Rico", reiteró.
Coincidió el doctor Roberto Seijo, decano interino asociado del Programa de estudios graduados y de investigación de ADEM, en representación de la decana interina de la Facultad, la profesora Ana Martin. Para el también ingeniero industrial, el éxito en la reapertura de esta entidad demuestra la misión intrínseca de la Universidad.
"Poder llegar, buscar alianzas, maneras en que uno entienda las necesidades de las diferentes empresas y organizaciones tanto privadas, públicas o, como en este caso, de beneficio social, y, de esa manera, mejorar nuestros currículos para asegurar que nuestros estudiantes puedan cumplir con esas expectativas", manifestó Seijo.
Precisamente, el rol del Centro de Negocios, así como de la organización estudiantil Enactus, ambas de Administración de Empresas en el RUM, fue fundamental en todo el proceso, que comenzó con una fase de identificar necesidades y prosiguió con un sinnúmero de reuniones entre sus integrantes y los principales ejecutivos de la empresa.
Así lo relató la profesora Patricia Valentín Castillo, especialista en Negocios y Desarrollo Económico del CNDE y mentora de Enactus, quien destacó que una de las colaboraciones más relevantes para dar a conocer los productos, aumentar su presencia y generar nuevos negocios fue el diseño de la página electrónica http://www.hechoporciegos.com a cargo de dos estudiantes colegiales. El esfuerzo también ha incluido recomendaciones relacionadas con el fortalecimiento organizacional y apoyo a la estructura operacional.
"Nos llena de mucho entusiasmo, ya que fomentamos el desarrollo económico colaborando con una empresa social que provee empleo a una población que, de otra forma, no tendría oportunidad de insertarse en la fuerza laboral. Simultáneamente, podemos llevar los recursos de la Universidad a proyectos reales que impacten positivamente nuestra sociedad", afirmó la también instructora en la Facultad de ADEM.
Uno de los protagonistas del reto que emprendió Enactus, fue su presidente Jorge I. López Martínez, cuya inspiración inicial fue promover la misión de su colectivo enfocada en trabajar con el desarrollo integral de las personas incluyendo el aspecto empresarial y mejorar su calidad y estándar de vida.
"Como estudiantes que somos, es una experiencia bien gratificante poder salir al mundo real y aplicar los conocimientos que tenemos, así que continuamos trabajando con esta industria y esperamos que muchas personas puedan beneficiarse de este proyecto y esta empresa", expresó el alumno de Sociología.
Fuerza laboral en espera
Si bien PRIFB ha generado una gran cantidad de empleos en sus tres meses de operaciones para la población boricua no vidente, la entidad cuenta con una larga lista de espera de aproximadamente 200 candidatos y candidatas aptas para ocupar plazas.
El vicepresidente ejecutivo anunció que un 87 por ciento de las horas hábiles en el área de manufactura corresponden a personas total o legalmente ciegas que han sido readiestradas a través de una aportación de la Comisión Especial Conjunta de Donativos Legislativos. De hecho, la entidad aguarda por una serie de alianzas con las que esperan generar alrededor de 100 empleos.
Al momento, la compañía se ha sostenido por la venta de uniformes a diversas empresas y entidades puertorriqueñas. Estos incluyen atuendos para cocineros, guardias de seguridad, enfermeras, mecánicos, así como batas de laboratorio y camisas de trabajo, que están disponibles para la venta en la tienda y a través de la página de internet.
"Las posibilidades son infinitas. No queremos depender de donativos, ni establecer relaciones filantrópicas, sino unas de valor compartido en las que podamos ganar un ingreso para sustentar la operación, al mismo tiempo que ayudamos a nuestros clientes a ser competitivos", aseguró Feliciano.
Dos de esos valiosos recursos humanos que ya integran sus filas son Héctor Greo y Wanda Liz Díaz Merced, ciegos totales, deseosos de ser productivos y contribuir a su país.
En el caso de Greo, ya contaba con siete años de labor en la compañía que precedió a PRIFB, donde recibió el adiestramiento que le permite hoy día moverse con la mayor soltura y dominio en su área de trabajo.
"La experiencia ha sido bien buena, nunca esperaba trabajar así, no vidente, pero han sido unos escalones que he logrado subir poco a poco. Es muy importante para nosotros porque aparte de las habilidades que tenemos que son estas y muchas más, no nos dan empleo en otro lugar, aquí nos ofrecen el training y el trabajo. Es el único en Puerto Rico", aseveró Greo, encargado de la manufactura de cubiertas para paletas de medicamentos de farmacéuticas.
A la empresa también se unió la semana pasada Díaz Merced, con dos grados doctorales uno de la Universidad de Massachusetts Boston y el segundo de la Universidad de Glasgow en Escocia, en Computadoras y Análisis de datos de Ciencias del espacio. Llevaba tres años con el propósito de encontrar un empleo en el que pudiera exponer su preparación y talento.
"Me enteré de la fábrica en la desesperación de buscar trabajo. Me monté en un carro de la Línea y llegué a llenar la solicitud con la idea de decir 'yo hago lo que sea, barro, mapeo, limpio ventanas'. Así es que se da la oportunidad. Para mí esto es un sueño porque yo pensaba que no era apta para un empleo en ningún sitio", relató Díaz, quien se encargará del Centro de Llamadas, específicamente en el adiestramiento de los empleados.
"La gente tiene que confiar en que nosotros podemos hacer el trabajo y lo hacemos bien. Queremos contribuir, no quedarnos en las casas, le sale más barato al gobierno ayudarnos a salir, traernos a trabajar, tenernos pagando nuestras contribuciones. Lo que tienen que hacer es abrirnos las puertas. Esta empresa no es ficticia, es real y hay que apoyarla", puntualizó.