Como el sol cuando amanece
o como la luna en el cielo
la música es el consuelo
que a la vida fortalece.
Por eso es que hoy merece
musical dedicatoria
un grupo de trayectoria
y sonido sin igual
nuestra Banda Colegial
en sus 100 años de historia
Reinaldo Alvarado Torres
El verde colegial resaltó con esplendor en cada uno de los rincones de la estructura que ha sido mudo testigo de los mejores momentos de la trayectoria de la Institución. No tan solo fue el color, también fueron las voces, las manos y las figuras colegiales que protagonizaron la gesta centenaria de una de las agrupaciones musicales más emblemáticas del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
Se trató del Centenario de la Banda del Recinto que conmemoró su primer siglo de vida con música y alegría -lo que ha hecho durante los pasados cien años- a través de un magistral concierto que fue su actividad cumbre y que se escenificó en el Coliseo Rafael A. Mangual con pasadas y nuevas generaciones de colegiales.
“Me siento privilegiado. Ciertamente, es un regalo que la vida me dio y qué bueno que me tocó a mí (ser director del Departamento durante la celebración) y aunque no estaremos físicamente en los próximos cien años, vamos a dejar el recuerdo para las próximas generaciones”, expresó el director del Departamento de Banda y Orquesta, el profesor Edgar A. Vélez Montes, sobre el importante festejo. Añadió que la ocasión revestía mayor relevancia, ya que constituyó el momento idóneo para homenajear la labor que, durante los pasados 27 años, ha realizado el profesor Efrén Gregory, para quien tuvo palabras de elogio, al frente del conjunto.
De hecho, el director, con la humildad que lo caracteriza, se mostró gozoso de poder estar en la conmemoración de los primeros cien años de la Banda, ya que también estuvo en esa posición en el 75 aniversario del grupo.
“Estos 27 años han sido muy gratos, de experiencias muy agradables. Todo en la vida es una disciplina y yo soy como el papá de todos estos estudiantes. Sabemos que van a ser tremendos profesionales y nuestro propósito de que estén aquí es que sean buenos ciudadanos”, afirmó el profesor Gregory.
Mientras, ataviados con su uniforme de gala, los miembros de la agrupación, compuesta por estudiantes del Recinto, ofrecieron un banquete musical que se dividió en tres partes y que estuvo a cargo de la Banda de Conciertos, la Gran Banda y de la Banda de Marcha junto con sus inseparables Abanderadas.
Bajo la dirección del maestro Gregory, la algarabía de la noche comenzó con la Banda de Conciertos al son de los acordes de Río bravo, de John Edmonson, seguida por un repertorio que incluyó una poderosa y emotiva interpretación de la danza Felices días, de Juan Morel Campos, en la voz del tenor Jean C. De Armas, estudiante de Ingeniería Química.
Esa primera parte concluyó con Glorián Marrero, una trovadora y también alumna del RUM, quien tuvo a su cargo la interpretación de En sus 100 años de historia, cuatro décimas a ritmo de seis celinés, que fueron escritas por Reinaldo Alvarado Torres, especialmente para la ocasión.
Procedió la participación de la Gran Banda, a la que se sumaron decenas de egresados, pasados músicos de la agrupación. Asimismo, el maestro Gregory, a quien muchos colegiales que están y estuvieron en las filas de la orquesta distinguen como su papá en el Colegio, cedió su batuta en algunas de las melodías para dar paso a los directores de la Banda del pasado como Enrique Matos Martínez, Enrique Matos Ayala y Ángel Morales Flores. Precisamente, es durante la dirección de este último cuando la Banda cambia de militar a una de fantasía, que significa que sus integrantes son capaces de ejecutar maniobras sobre el terreno, a la vez que realizan sus interpretaciones.
Matos Martínez dirigió Strike Up the Band, de G. Gershwin e I. Gershwin; Morales Flores, El capitán, de John Phillip Sousa; y el veterano Matos Ayala, el Merengue del Colegio, una composición de Carlos López, con arreglos de Nino Segarra, que arrancó vítores y ensordecedores aplausos por parte del público.
En esta parte, el joven tenor De Armas tuvo una segunda intervención, nuevamente de la mano del profesor Gregory para interpretar otra danza, Mis amores, de la autoría de Simón Madera.
Algunos músicos, egresados como Ady Acevedo Vélez y el ingeniero Iván Hernández Vizcarrondo, expresaron su regocijo por tener la oportunidad de rememorar sus días con el reconocido cuerpo musical.
“La verdad es que es una experiencia inolvidable porque, no solo vuelves a sentirte parte de la Banda Colegial y tocar esas piezas que eran parte de tu vida diaria como es el Himno, sino encontrarte con los compañeros de la Banda”, sostuvo la tecnóloga médica, quien formó parte de la agrupación desde 1988 hasta 1993, año en que se graduó de Biología. En su caso, la saxofonista señaló que, al igual que el profesor Gregory, ella también participó del 75 aniversario, en aquel entonces como estudiante y ahora en el centenario como egresada, algo que la llena de satisfacción.
Por su parte, el ingeniero Hernández Vizcarrondo, exalumno de la Clase de 1959 de Ingeniería Química, explicó que desde hace un año había coordinado su participación en el festejo, por lo que esperaba con gran expectación y anhelo que llegara ese día.
“Cuando Ruth Rodríguez, secretaria del Departamento de Banda y Orquesta, se comunicó conmigo, le dije: ‘Yo quiero ir para allá, espérame que voy a ver a mis compañeros de hace 50 años y a los de ahora que no conozco, también’, afirmó con entusiasmo el clarinetista, quien al finalizar sus días como colegial -y tras obtener un segundo bachillerato en el Conservatorio- formó parte de la orquestas Sinfónica y Filarmónica, ambas de Puerto Rico.
Finalizada la intervención de la Gran Banda con los egresados, hizo su entrada la más esperada de la noche, la Banda de Marcha acompañada de sus Abanderadas, quienes avivaron los ánimos de los asistentes con las vibrantes piezas de su repertorio, entre las que figuró Percussion-Drill the Band, de Carl Major; un ovacionado Medley de Plenas; la bailable Para los rumberos, del inigualable Tito Puente; y El cumbanchero, del maestro aguadillano Rafael Hernández.
Por su supuesto, la melodía reina de la noche, que como es lo usual, coronó la magia de la gala, fue el Himno Alma Máter, de Laura Honoré de Cuebas, para cuya interpretación se unieron las pasadas y las nuevas generaciones de músicos miembros del centenario grupo.
El evento contó con un acto protocolar en el que se distinguieron a los pasados directores como Carlos Weber Asencio, Ángel Morales Flores, Enrique Matos Ayala y Enrique Matos Martínez, estos dos últimos padre e hijo, quienes en un aparte con Prensa RUM se expresaron emocionados de participar de tan significativo evento.
“Esto es revivir un pasado muy fructífero, muy bueno, y es algo que ensalza el espíritu, porque la música”, expresó Matos, padre, director del colectivo colegial en la década de los 70.
De igual forma, su hijo, quien se desempeñó en esa misma función, catalogó al grupo como una tradición para su familia y la ciudad de Mayagüez.
“Fue una experiencia increíble dirigir la Banda, que me llenó de orgullo”, enfatizó el también director de la Escuela Libre de Música Ernesto Ramos Antonini y de la Orquesta Sinfónica de la Sultana del Oeste.
También se le otorgó un reconocimiento especial al maestro Efrén Gregory, quien además es director de la Orquesta Happy Hills, y a Ruth N. Rodríguez Rivera, secretaria de Banda y Orquesta durante más de tres décadas.
Asimismo, el presidente de la Universidad de Puerto Rico, doctor Uroyoán R. Walker Ramos, representado por su ayudante, Joanne Savino, tuvo palabras de elogio para la centenaria agrupación.
De la misma manera, el rector interino del RUM, profesor Lucas N. Avilés Rodríguez, destacó la trayectoria de la Banda Colegial.
“Tener una banda no es fácil por lo que tener una centenaria es símbolo de orgullo y de una institución que está comprometida con las artes, con los estudiantes y con el espíritu colegial”, precisó el Rector.
En la actividad estuvieron presentes varios funcionarios del Recinto, como el decano interino de Estudiantes, doctor Francisco Maldonado Fortunet; profesores y empleados, así como familiares y amigos de los pasados y actuales integrantes de la Banda, quienes, al igual que el Coliseo Mangual, fueron testigos de una gala que conmemoró el destacado caminar de -tal y como rezan estos versos de la décima- “un grupo de trayectoria y sonido sin igual, nuestra Banda Colegial, en sus cien años de historia”.
Un primer siglo también en el Yagüez
Como parte de las actividades de la conmemoración, la Banda de Conciertos del RUM se presentó este pasado sábado, 29 de marzo en el también centenario y majestuoso Teatro Yagüez. Ante casa, la agrupación, nuevamente de la mano del profesor Gregory, deleitó a los presentes con algunas de las melodías que interpretaron durante el concierto del Centenario y otra piezas como Recuerdo, de Hardy Schneider; La cumparsita, de G. M. Rodríguez; y Happy Birthday Around the World, de Mildred y Patty Hill.
En la gala, participaron los conjuntos de Clarinetes y Saxofón, también de Banda y Orquesta del Recinto. De igual manera, el espectáculo se vio enriquecido con las coreografías del Ballet Tres Generaciones, del Municipio de San Germán.
Los cien años en síntesis
La Banda de Marcha del RUM se originó en el año 1914 como parte del Cuerpo de Entrenamiento del Ejército de los Estados Unidos (ROTC) en el Recinto. Su primer director musical fue Juan Madera. En 1945 tomó la batuta en esas lides don Celso Torres, quien la dirigió hasta 1977, año en que se jubiló y luego, el profesor Ángel Morales Flores. En la actualidad, el profesor Gregory funge como director desde 1987.
La agrupación cuenta con un total de 116 miembros, 98 de los cuales son músicos y 18 conforman las Abanderadas, que se integraron al colectivo en el año 1981. El maestro Roselín Pabón, director de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, fue miembro de la Banda de Marcha; también el exalcalde de Cabo Rojo, Santos “El Negro” Ortiz, quien estuvo presente y tocó en la festividad del Centenario; y la veterana periodista Luz Nereida Vélez, quien formó parte de las Abanderadas cuando se les conocía como las Batuteras de la Banda.
Asimismo, por los pasados 30 años es la Banda oficial de las Justas de la Liga Atlética Interuniversitaria.
El centenario grupo se ha presentado en festivales, carnavales y paradas en toda la Isla y en la Parada Puertorriqueña en New York en el año 2009. También, participó en la Inauguración de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez 2010.