Un acto de nobleza y solidaridad la llevó a despojarse de su abundante y larga melena, la que consideraba su mayor símbolo de femineidad, para respaldar a los niñitos pacientes de cáncer del Hospital Pediátrico del Centro Médico de Río Piedras.
Zayra Acosta Vega, oficial de la sección de Nóminas, del Departamento de Recursos Humanos del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), se unió a los cientos de puertorriqueños que recientemente donaron sus cabelleras en la actividad que llevó a cabo a través de toda la Isla la Fundación CAP, organización sin fines de lucro que trabaja para que los niños pacientes de cáncer de la mencionada institución hospitalaria reciban el mejor tratamiento disponible.
“Hacía como tres años que yo pensaba hacerlo, lo comenté en el trabajo y las muchachas aceptaron la oferta. Se activó el comité y todos me apoyaron”, sostuvo la joven, quien es empleada del Recinto desde hace siete años.
Ese apoyo, que se materializó en menos de un día de jornada laboral, resultó en sobre $ 2,080 que le donaron sus compañeros colegiales, principalmente los de Recursos Humanos y los unionados de la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes, para que Zayra se sometiera a lo que en el argot barbero se conoce como ‘el gran corte’, un estilo súper corto de cabello.
Además, la colegial, quien en todo momento lució una hermosa sonrisa producida por la felicidad de su acto de desprendimiento, confesó que desde hacía más de un año no cortaba su pelo.
Asimismo, contó con el apoyo de su familia, especialmente, de su esposo y su pequeño hijo, quienes la acompañaron durante su valiente acción.
Precisamente, en entrevista con Prensa RUM, Diego José Rivera manifestó la emoción que sentía por la proeza de su progenitora.
“Yo me siento muy orgulloso. Se ve mejor”, expresó el estudiante de cuarto grado con toda la candidez que le otorgan sus nueve años sobre el nuevo estilo de recorte de su querida mamá.
También Zayra estuvo acompañada por varios de sus colegas trabajadores, quienes cámara en mano y totalmente entusiasmados, grabaron y tomaron fotos de cada uno de los instantes del generoso gesto de la joven, que se escenificó en el Palacio de Recreación y Deportes de Mayagüez como parte del evento denominado Uniendo cabezas por los niños de CAP.
Por su parte, Edmée Vila, voluntaria de la Fundación CAP, sostuvo que la comunidad del Oeste siempre los recibe “con los brazos abiertos”, especialmente, los colegiales.
“Los del Colegio de Mayagüez siempre están aquí; van llegando no solamente los empleados, sino los estudiantes. Siempre contamos con ellos", sostuvo.
Agregó que la actividad tiene el propósito de recolectar dinero que va destinado al Hospital Pediátrico Universitario Dr. Antonio Ortiz, localizado en el Centro Médico de Río Piedras.
“El afeitarse o raparse la cabeza es en solidaridad, es algo simbólico. Obviamente, eso viene acompañado del donativo porque las personas le ponen precio a su cabello”, precisó.
Esta es la segunda ocasión en que la Fundación CAP celebra la actividad en esta zona. La organización se creó en el 1989 con la misión de mantener las instalaciones de la mencionada institución hospitalaria para que pueda brindarle mejores servicios de apoyo y tratamiento a los niños en Puerto Rico que sufren la enfermedad y a sus familiares.