Es un día de logros fuera de lo convencional, en el que se usa ropa cómoda para estar en el campo, se trabaja con las manos en la tierra, se recibe una planta en lugar de un diploma, y donde se cosechan -literalmente y en sentido figurado- semillas de conocimiento.
Esa fue la experiencia que tuvieron decenas de niños y niñas de 10 escuelas elementales de la región oeste del País, quienes formaron parte, el pasado 9 de mayo, de una singular visita a la Finca Laboratorio Alzamora del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) conocido como el Agricultural Tour para conocer de cerca sus aspectos agrícolas más fundamentales.
Tras ofrecer su programa educativo a estas aulas participantes, el Centro de Educación y Adiestramiento en Agricultura y Ciencias Relacionadas (CETARS), del Recinto, les facilitó por tercer año consecutivo este recorrido por los terrenos, así como por las distintas tareas en las que se labora allí como los acuapónicos, los huertos, la maquinaria y los animales, entre otros.
"Estas escuelas han sido atendidas por 10 estudiantes subgraduados del Colegio de Ciencias Agrícolas, quienes dan talleres y conferencias a través del año académico. Esta es la actividad final en la que les enseñamos la finca y ellos ven diferentes aspectos que complementan el huerto que han preparado. Queremos incentivarlos a que desde pequeños conozcan la agricultura, de dónde sale la comida porque cada vez vamos a estar más cortos de alimentos en el mundo y vamos a necesitar más personas preparadas en la disciplina", subrayó el doctor Winston De la Torre, quien codirige la iniciativa junto al doctor Félix Román, director principal de CETARS.
Según agregó el también catedrático del Departamento de Ciencias y Cultivos Agroambientales, aunque este es un programa enfocado en promover el estudio de las ciencias relacionadas con la agricultura en jóvenes de grados primarios, la vivencia es sumamente enriquecedora para los alumnos subgraduados universitarios quienes se desempeñan como líderes, mentores y recursos didácticos.
"Estos estudiantes van adquiriendo experiencia, desenvolviéndose con las conferencias, los talleres, que son un complemento a su profesión. Además, todos los veranos les requerimos que vayan a internados, tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos para que tengan esa práctica cuando se gradúen. Algunos van al Departamento de Agricultura Federal (USDA) y van acumulando horas, por lo que al completar sus carreras avanzan en ese proceso de solicitud", aseguró el doctor De la Torre.
Ana María Vega, Joshua Otero y Fabián Carmona son vivos ejemplos de ese testimonio porque a lo largo de su labor como líderes de CETARS han demostrado cómo la oportunidad les ha abierto puertas y permitido crecer en sus carreras. Y es que este comprometido grupo de colegiales, del cual forman parte los tres jóvenes, tiene entre sus responsabilidades visitar semanalmente las escuelas participantes desde principios del año académico escolar, educarlos sobre temas relacionados con la disciplina y asistirlos con sus huertos caseros.
"Me ha ayudado mucho porque llegué a ser líder en cuestión de año y medio. Me ha servido para desarrollarme, hablar con el público. Soy del área de animales, pero he aprendido mucho de plantas, así que no solo los niños se benefician. He trabajado con el USDA y en un internado este verano que creo que me va a ayudar cuando quiera conseguir un trabajo, sin duda, me da la experiencia profesional", opinó Ana María, alumna del Departamento de Ciencia Animal y delegada del colectivo educativo en las aulas de la región.
"Me encargo de que cada estudiante vaya a su escuela asignada, haga su trabajo y también de planificar las reuniones. Una vez a la semana, por espacio de una hora, les hablamos de temas como fotosíntesis y germinación. Creamos un huerto donde los niños siembran diferentes plantas, tomate, lechuga; esto se hace en enero para que vean el proceso completo hasta mayo. También se planifica alguna actividad fuera del salón de clases para que los nenes vean más sobre la agricultura", relató la colegial en su tercer año de estudio.
A Joshua, por su lado, le llama la atención la responsabilidad que tiene de transmitir sabiduría a los más pequeños. En esta ocasión, recibió a los visitantes en la estación dedicada a los animales en la que pudieron alimentar y tocar a las cabras que alberga la finca. Para el alumno de Agronomía, este es un proyecto con doble funcionalidad en la que tanto sus discípulos como él obtienen ganancia.
"Es una experiencia que tiene dos fases porque estudiando para dar la presentación soy parte del proceso de aprendizaje. La educación es fundamental para nuestros niños, que sepan que la agricultura es algo que tenemos que mantener, es el pasado, presente, y futuro porque nunca va a pasar, siempre vamos a necesitar comer y precisar personas que trabajen la tierra", reiteró el futuro especialista en fitopatología en cuarto año.
Igualmente retadora, fue la vivencia para Fabián, quien una vez más coordinó el cierre del ciclo con este recorrido por Alzamora, que contó con varias demostraciones interactivas. En la suya, por ejemplo, instruyó a los pequeños a preparar la tierra con distintas maquinarias antes de sembrar semillas.
"Mi papel ha sido el de organizar esta actividad todos los años. Inicialmente, estaba basada en el proceso que lleva un cultivo, semillas, propagación, siembra, hasta la producción para que se dieran cuenta de la importancia de la agricultura en Puerto Rico. Este año para variar un poco más, quisimos traerles maquinarias y animales, aparte de lo más representativo que hacemos, para que se interesen y cuando se gradúen vengan al Colegio a estudiar esta disciplina", destacó el candidato a graduación en junio al culminar su concentración en Tecnología Mecánica Agrícola.
Para Fabián, al igual que Ana y Joshua, lo más trascendental es poder pasar esa información a las generaciones jóvenes de manera responsable.
"Aprendes a resolver problemas y, sobre todo, a enseñarles a otros, a prepararte, te das cuenta de la importancia que tiene cuando te preguntan cosas que asumimos que la gente sabe, aportar al conocimiento del público, a que tengan una conciencia de lo que estamos haciendo y la relevancia que tiene", aseveró, al tiempo que enfatizó en la satisfacción que le proporciona sembrar esta semilla a tan temprana edad y ver cómo muchos de los participantes deciden por iniciativa propia realizar huertos en sus hogares.
El Agricultural Tour de este año contó con la visita de 115 estudiantes provenientes de las escuelas: Manuel Fernández Juncos, Segundo Ruiz Belvis, Theodore Roosevelt, S.U. Felisa Rincón y Río Cañas Arriba, de Mayagüez. También participaron, del pueblo de Hormigueros: la Rafael Hernández, Miguel Rivera y la Elemental Nueva. Asimismo, al grupo se unió la escuela Parcelas María, de Añasco.