En una presentación que reveló, por medio del humor, las vivencias de toda una vida, se dio a conocer la más reciente publicación de la Editora Educación Emergente (EEE). Se trató de Cantos de la vida mía, de la mayagüezana Ángela I. Figueroa Sorrentini que tuvo lugar en el Anfiteatro del edificio Luis de Celis del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
El texto representa la primera muestra de una memoria para el proyecto editorial que coordina la doctora Lissette Rolón Collazo, catedrática del Departamento de Humanidades del RUM.
“El memoir es un género literario polémico, conflictivo, resistente a definiciones fáciles que podamos vaciar en un examen. La memoria es problemática, es un debate en sí mismo en el campo de los estudios literarios”, señaló Rolón Collazo.
Para la autora, la escritura se convirtió en un proceso depurativo en el que reflexionó acerca de un sinnúmero de experiencias, que según relató, se fueron acumulando hasta detonar.
“Este no fue un libro que dije que iba a escribir sobre mi vida, qué quiero contar, cómo narrar… ese proceso no lo hubo. Este texto surge de una catarsis emocional. Una vida donde había muchísimas cosas que yo no había procesado y que, por lo tanto, seguían siendo fuente de mucho dolor, de muchas emociones crudas, de muchos rollos. Un día, por unas circunstancias concretas que se dieron durante esa semana, exploté. Y en ese momento, agarré la computadora y comencé a escribir, sin pensar”, describió Figueroa Sorrentini.
Las vivencias a las que alude en el texto abarcan los pedazos, o los cantos en los que puede identificar algunas de sus experiencias. Entre sus páginas, el lector conocerá a la Ángela independentista, opuesta a la guerra, la madre, la exiliada, la mujer y la profesora.
De hecho, le correspondió a dos de sus alumnas hablar sobre los méritos de la obra, las doctoras Yesenia Pumarada Cruz y Beatriz Llenín Figueroa.
"Esta es una de las cosas más tremendas que como lectores sacarán de este libro. Con sus cantos, Ángela obliga al lector a un brutal ejercicio de autocrítica, autorreflexión y autoconocimiento. Lleva a quien lo lee a recordar sus propios traumas infantiles, o a repensar aquellos que conoce de personas cercanas. Sus inseguridades y miedos, su adolescencia cuando la pureza, intolerancia e integridad ideológica eran una y la misma cosa”, sostuvo Pumarada Cruz.
Añadió que pudo conectar esos retazos a los propios y cómo el proceso de lectura es capaz de vincular al público al ver las coincidencias entre lo que lee y lo que se vive.
“Los cantos de Ángela son más que trozos de su vida, más que cantos de su memoria, son también los nuestros. Según van leyendo, la vida mía no es solo la de ella, sino la propia. Porque estos Cantos de la vida mía, precisamente son eso, cantos de la mía, y de la tuya, y de la vida de muchos”, afirmó la exalumna colegial.
De la misma manera, Llenín Figueroa, apuntó que la publicación constituye una invitación a enfrentar el dolor y las emociones que han quedado sin procesar.
“Cantos de la vida mía es una oda a la tradición de las memorias y los testimonios. Ángela comunica su sexualidad para romper con los estereotipos sobre la heterosexualidad y la heteronormatividad. Presenta además, sus vivencias, de una forma desviada que va de la mano con la catarsis emocional que se recoge en el libro”, aseguró.
Sorprendida por los señalamientos de sus colegas ante un desahogo recogido entre letras, Figueroa Sorrentini, coincidió con ambas al plantear que lo que recoge el texto no es exclusivo a ella, puesto que está consciente que otros podrían experimentar algo similar.
“Yo creo que aquí hay mucho de lo que es la vida de cualquier ser humano y también puede llevar a la gente a reflexionar. Quizás, llegan a conclusiones muy diferentes, pero, el hecho de que les lleve a meditar sobre cosas vividas, sobre relaciones personales, entre otros, eso en sí me parece que es un aporte”, afirmó.
El texto está a la venta en el portal de la EEE, la Librería Colegial del RUM y también está disponible en formato digital.
