Una velada musical entre dos tesoros. Uno, la voz única de María Isabel Rodríguez González: Chabela, cuyo talento y fuerza interpretativa han dejado huellas en la Isla y a nivel internacional. Otro, el Pórtico Degetau, declarado uno de los tesoros culturales del patrimonio de la Sultana del Oeste y que simboliza la fortaleza de la cría colegial.
Fue así, que con esa mística que representa el primer encuentro entre dos existencias -que parece que estaban destinadas una para la otra- se presentó en el simbólico Pórtico del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), la cantante Chabela.
El concierto titulado Divas de la inspiración, dedicado a compositoras latinoamericanas, fue parte de Presencias, el proyecto integral de cultura de la Oficina del Rector.
La solista inició su participación con Bésame mucho, de la autora mexicana Consuelo Velázquez.
"Es un gran placer para mí estar aquí hoy con ustedes. Este es un homenaje a las mujeres compositoras de América. Estoy segura que estas canciones, como la que acabo de cantar, han pasado de generación en generación, pero a veces se nos escapa que fueron escritas por féminas", dijo a la audiencia para luego interpretar Amar y vivir, de la mencionada autora.
Acompañada por Esteban Vélez en la guitarra y Mickey Alvarado en la percusión, Chabela incluyó un amplio repertorio que prosiguió con Dos gardenias, de Isolina Carrillo y Veinte años, de María Teresa Vera, ambas cubanas.
"María Teresa se tuvo que abrir paso entre los hombres 'macharranes'. Guitarrista, compositora, creó y dirigió conjuntos de música. ¡Imagínate una mujer dirigiendo un grupo en esa época! No era muy bien avalada, pero igualmente se destacó", indicó al público en referencia a la también cantante nacida en 1895 y que fallece en 1965.
De la mexicana María Joaquina de la Portilla Torres, luego conocida como María Grever interpretó Alma mía y Júrame. Mientras, de la puertorriqueña Puchi Balseiro, vocalizó Tú y mi canción.
"Si comenzamos con una guitarra, tiene que salir Sylvia Rexach. No es para menos porque su sonido, su armonía, su melodía han transcendido entre generaciones. Dicen que Di, corazón fue la primera canción que escribió muy jovencita", señaló previo a interpretarla, seguida de Anochecer, de la puertorriqueña considerada como una de las mejores compositoras de Hispanoamérica.
El concierto al aire libre continuó con Palabras, de la cubana Marta Valdés; La lluvia está cayendo, de Mirta Silva y Tu partida, de María Alicea.
Tras un breve receso, la segunda parte del recital arrancó con Gracias a la vida y Volver a los 17, de la chilena Violeta Parra. Prosiguió con Como la cigarra, de María E. Walsh; y Honrar la vida, de Eladia Blázquez, ambas argentinas. Luego cantó La flor de la canela y Quizás un día así, de la peruana María Isabel Granda y Larco, conocida como Chabuca.
Previo a concluir, Chabela le dedicó al doctor José Antonio López, coordinador de Presencias, la melodía En tu cumpleaños, del puertorriqueño Claudio Ferrer. El también catedrático de Humanidades y virtuoso de la guitarra, celebró el pasado, 16 de octubre su onomástico.
Acto seguido, la intérprete finalizó con una de las canciones de la talentosa cantautora de música autóctona puertorriqueña, Luz Celenia Tirado.
"Puerto Rico tiene una compositora que representa raíz, el aguinaldo y la décima puertorriqueña, es de esta zona de acá del oeste y con esta canción de Luz Celenia Tirado nos vamos a despedir", expresó la cantante antes de cantar junto al público el aguinaldo Te sigo queriendo.
En un aparte con Prensa RUM, tras concluido el concierto, Chabela se mostró muy satisfecha de poder plasmar su arte en un espacio alterno.
"Fue una idea maravillosa porque además, el tipo de música que estamos haciendo nos transporta. Es un lugar muy acogedor, bueno ya usted vio que me senté aquí en esta escalera como si estuviera en mi balcón", indicó.
Por su parte, una delegación de estudiantes de Chorium, uno de los coros del Departamento de Banda y Orquesta del Recinto, se le acercó para felicitarle y retratarse con ella.
"Me parece fantástico que los más jóvenes tengan la posibilidad de escuchar otras propuestas. Ver que les gusta y lo aprecian, para nosotros es un regalo", indicó.
Agregó que la importancia de dedicar un concierto a las autoras latinoamericanas radica en que las nuevas generaciones pueden reconocer la aportación que tuvieron estas féminas en la música popular.
Precisamente, la estudiante Viviana Colón del Departamento de Ciencia Animal (antes conocido como Industria Pecuaria) compartió su impresión sobre el concierto.
"Fue una experiencia sumamente hermosa y relajante. El poder presenciar el talento de Chabela bajo las estrellas es algo que uno no vive todos los días. Presentarnos a los universitarios estas extraordinarias compositoras en este tipo de ambiente es una vivencia que se quedará entre mis favoritas. Este tipo de actividades hacen que puedas echar a un lado lo académico para poder despejar la mente y aprender muchas cosas nuevas en el área del arte y la música. Considero que se debe seguir haciendo más a menudo", indicó Viviana.
Coincidió Cynthia Figueroa Díaz del Departamento de Ingeniería Industrial, quien al igual que Viviana, son parte de Chorium.
"Fue una experiencia exquisita. Me sentí como en casa, al verla tan serena y descalza, tan acoplada al ambiente. Su voz no tiene comparación. Es de esas voces que puedes escuchar y escuchar y nunca te cansas. El repertorio fue grandioso y conocer un poco de esas divas latinoamericanas lo fue aún más. Fue una noche especial", puntualizó.
La cartelera de Presencias de esta semana continuó con el piano virtuoso de Yan Carlos Artime, que se representó anoche exitosamente en el Anfiteatro Ramón Figueroa Chapel.
El próximo jueves, 30 de octubre a las 10:30 a.m. se realizará la conferencia magistral La batuta de mi vida, que dictará el director emérito de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, Roselín Pabón.
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