Inspiran cambio hacia la energía renovable
En el momento histórico en el que uno de los principales conflictos ambientales del país se ha centrado en la manera en que se disponen las cenizas por quema de carbón, Puerto Rico debe replantearse, con más urgencia que nunca, sus decisiones respecto a la energía eléctrica y moverse hacia tecnologías renovables. Para ello, es necesario que el pueblo se informe y se eduque.
En ese llamado se centra la propuesta de tres estudiantes del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), autores del trabajo Beyond Technology: Increasing the Use of Renewable Energy in Puerto Rico. Josué E. O’Neill Maldonado, de Ingeniería Química; Hiram Vera, de Ingeniería Mecánica; y Andrea Miranda, de Ingeniería de Computadoras, respondieron a la convocatoria que le hicieron sus profesores de crear un proyecto de acción como parte del curso interdisciplinario Technology, Justice and Wellbeing.
A finales del semestre pasado, los tres colegiales entregaron el trabajo escrito con el que completaron el curso que dictaron los doctores Christopher Papadopoulos y Marcel Castro, ambos de Ingeniería, y Héctor Huyke, del Departamento de Humanidades. Con el marco teórico de la Tecnología apropiada como trasfondo, e inclinados por los recursos de energía renovables que están disponibles en abundancia en el país, los alumnos auscultaron los mayores retos y desafíos que enfrentan los ciudadanos en este renglón para inspirar un cambio en la manera en que toman sus decisiones.
En primer lugar, según explicó Josué, como portavoz del grupo, luego de recopilar toda la información de trasfondo teórico, compararon diferentes tecnologías renovables tomando en consideración factores como la participación ciudadana y los asuntos ambientales que implican cada una. Asimismo, utilizaron el formato de entrevistas con cinco expertos del campo representantes, a su vez, del gobierno, la academia y la empresa privada.
“La clase tenía que ver con diferentes marcos teóricos y filosóficos, pero aplicados a la tecnología y aspectos de la sociedad. Por ejemplo, discutimos mucho sobre energía, y en nuestro grupo escogimos la renovable porque es un área que nos interesa. Decidimos llevar a cabo las entrevistas para entender mejor los problemas que enfrenta Puerto Rico y la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) en términos de integrar la energía renovable en su sistema. Queríamos saber por qué no se había visto tanto esa integración como en otros países, por ejemplo, Alemania”, explicó el alumno en su primer año de Ingeniería Química.
Sus entrevistados incluyeron a la abogada y ambientalista Ruth Santiago, el ingeniero Ernesto Rivera, y los catedráticos del RUM: Marla Pérez y Cecilio Ortiz, de Ciencias Sociales e integrantes del Comité Timón del Instituto Nacional de Energía y Sostenibilidad Isleña (INESI); así como Agustín Irizarry, del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Computadoras, y pasado vicepresidente de la Junta de Gobierno de la AEE.
“Los componentes claves de las preguntas fueron: cuánta representación tenían las comunidades en las decisiones energéticas, quiénes las estaban tomando y las consecuencias ambientales de las energías renovables. La teoría explica que, para que una tecnología sea apropiada, deben tener la mínima huella posible en el ambiente. Los entrevistados nos dieron una breve explicación de varios proyectos de energía que se han trabajado como los molinos de viento, las olas y la fotovoltaica. Encontramos que las cinco personas favorecían la solar porque al ser en los techos de las residencias, no tienen tanto impacto ambiental, la gente los puede manejar mucho mejor y cada uno tiene su propia energía, sin duda, la que mejor seguía el marco teórico de la tecnología apropiada”, aseveró Josué.
Barreras sociales, económicas y políticas son algunas de las que han impedido que los ciudadanos puertorriqueños tengan potestad en las decisiones energéticas, tanto de carácter privado como público. Así lo confirmó el estudio de los tres colegiales, quienes auscultaron estas interrogantes con los cinco conocedores de energía renovable y de las controversias asociadas a su uso.
“El gobierno ofrece incentivos para la tecnología fotovoltaica que van a reducir el costo de su implementación en las viviendas, pero aún así sigue siendo bastante alto, no es muy favorable en comparación con mantenerse dependiendo de los combustibles fósiles. Igualmente, muchas de las personas que entrevistamos nos hablaron acerca de las corporaciones que tienen más poder sobre las determinaciones respecto a la energía eléctrica en la isla y nos explicaron que la integración de recursos renovables se ha visto afectada porque toman esas decisiones basadas en sus opiniones políticas o favoreciendo proyectos grandes de compañías de combustibles fósiles porque les rinde más ganancias y son más estables que proyectos más pequeños renovables que también podrían generar, pero no a ese nivel”, afirmó Josué, a quien le gustaría especializarse en un futuro en Bioprocesos.
De igual forma, a nivel cultural, es difícil integrar este tipo de tecnologías porque ya existen unos patrones de consumo energético y dependencia de combustibles fósiles muy arraigados a la sociedad puertorriqueña.
“Estamos acostumbrados a vivir de cierta manera y aún si se integrasen energías renovables para que se usen de manera efectiva, no se puede seguir consumiendo al mismo nivel. Hay que educarse, no es lo mismo tener una fuente de energía constante como es la quema de combustibles fósiles que uno la tiene día y noche, a cambiarse completamente a solar que por la noche no estaría generando nada. Si se sigue gastando al mismo nivel, no habrá cómo suplir esa demanda”, agregó.
Al final de su trabajo, los autores incluyeron una serie de recomendaciones que apuntan a la relevancia de que la ciudadanía esté educada e informada en vías de tomar acción, no solo como individuos, sino a nivel colectivo para poder participar en los foros públicos y discusiones relacionadas con las controversias energéticas.
Precisamente, una de las sugerencias que el grupo propone es aliarse a otros pares que estudien periodismo, de manera que puedan ayudarlos a difundir el conocimiento técnico a más cantidad de personas en la comunidad.
“Nosotros entendemos que se puede, va a tomar más tiempo, esto no es fácil, conlleva cambios sociales, pero vamos a poder ver los frutos”, puntualizó.
Para leer el proyecto en su totalidad, puede acceder la página de ITEAS en este enlace.
SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=3860 |