Un intercambio transformador
Tan temprano como en su segundo año en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), Michael T. Kaufman Ortiz empacó sus maletas y se embarcó en una aventura académica que le cambió su vida en un giro de casi 180 grados. Su estancia en la Universidad de Colorado, como parte del Programa de Intercambio, le abrió puertas inimaginables y hasta le valió un premio especial de la organización National Student Exchange (NSE), por su excelencia académica, liderazgo, trabajo comunitario y aportación al campus huésped.
Para este estudiante, ahora en tercer año de Contabilidad y Gerencia de Operaciones, en el Colegio de Administración de Empresas (ADEM), se trató de una travesía transformadora en todos los sentidos que cambió su visión sobre muchos aspectos, enriqueció su acervo cultural y le permitió valorar más a fondo sus raíces en Puerto Rico.
“Desde antes que me aceptaran en el Recinto, yo sabía que quería tener esa experiencia; era una meta mía. En mi primer semestre, fui a la Oficina de Intercambio con el propósito firme de irme lo antes posible. La directora, Ilia Vélez Ledesma, me dijo: ‘Espera, vas muy rápido, tienes que tomar un año académico aquí y después te puedes ir’. Ella me tranquilizó porque soy una persona que cuando ve una oportunidad buena, que me pueda enriquecer profesionalmente, lo quiero hacer no importa la cantidad de trabajo o la responsabilidad, sé que voy a dar lo mejor de mí”, recordó el joven, quien nació en Nueva York, pero ha vivido en Puerto Rico la mayoría de sus 20 años de edad.
Ni siquiera sabía el destino que escogería, pero contactó a una hermana mayor en el estado de Colorado y tras hacerle unas preguntas sobre las universidades allí, decidió incluirlo en sus opciones. Luego de recibir su carta con la buena noticia, se enteró que ese centro docente recibió 160 solicitudes para el Programa y solamente admitió a 30, por ser una de las más competitivas.
“Me dijeron que me habían aceptado porque me veían como un candidato excelente para su Universidad por mi desempeño académico y también por ser de Puerto Rico porque querían promover el intercambio cultural”, contó sobre el inicio de su travesía que se extendió desde agosto de 2015 hasta mayo de 2016.
Desde su pueblo Hormigueros llegó a Colorado Springs sin saber mucho de esa ciudad y, mucho menos, de la vida universitaria. No obstante, eso no fue impedimento, porque en solo dos semanas de estancia, Michael consiguió un trabajo en la misma Oficina de Intercambio y obtuvo la presidencia del capítulo estudiantil de la Sociedad para la Gerencia de Recursos Humanos (SHRM), sumado a una carga académica completa con varios cursos de concentración.
“Soy una persona servicial y siento que si puedo aportar positivamente a algo, pues lo voy a hacer. Llegué allá y me puse a la orden de la coordinadora de esa dependencia. Casualmente, ellos tenían una plaza abierta para un trabajo a tiempo parcial de dos semestres, para hacerle mercadeo al programa de NSE. Me hicieron la entrevista y me aceptaron”, contó Michael, entusiasmado por esa vivencia laboral que consistió, principalmente, en promocionarlo a través de charlas, material y mesas informativas.
En cuanto al capítulo de la SHRM, explicó que ya había estado muy activo con el grupo en el Colegio, por lo que asistió a la primera reunión del colectivo allá, que casualmente, estaba en búsqueda de un presidente. Tras ofrecerle el puesto, el colegial no dudó en aceptar y, junto con la vicepresidenta, logró duplicar la membresía y obtener el reconocimiento a nivel de Estados Unidos. Como parte de su contribución, Michael coordinó varias conferencias con expertos en el campo de Recursos Humanos, entre estos, una egresada del RUM, quien llegó hasta Colorado a dictarles una charla sobre inteligencia cultural en el área laboral.
“Empecé lento, no sabía ni cuánto medía la ciudad de alto, me daba cuenta que no podía respirar cuando subía las escaleras, pero poco a poco me fui acoplando a todo, a los procesos de la universidad, cómo ocurrían las cosas, cómo hablar con la gente”, contó.
Todas esas experiencias, unidas a su gran entusiasmo por dar a conocer su cultura boricua, le merecieron el NSE Student Achievement Award Honorable Mention por haber utilizado esa plataforma en su máxima expresión.
“Lo más importante para mí fue que conocieran a mi isla, que es hermosa. Que me vieran como una buena representación de mi país”, reiteró.
De hecho, su labor como embajador se hizo más latente cuando logró que ocho alumnos de Colorado solicitaran su Intercambio para Puerto Rico y una de ellas, fue incluso admitida y tuvo la experiencia de estudio en el RUM.
En su segundo semestre, también consiguió otro trabajo como tutor de español en un centro cultural donde se inspiró a aprender otros idiomas como el portugués e incluso el lenguaje de señas. Conjugó todas esas responsabilidades con tiempo para disfrutar y hasta conocer la parte central de Estados Unidos.
“Pude balancearlo bien. Salí mucho, me fui a esquiar, a Denver, hice un road trip de Colorado a Chicago en carro, y visité 11 estados distintos en vacaciones de primavera. Soy una persona bien organizada y me gusta dividir el tiempo bien para usarlo al máximo y así lo hice”, relató el joven de 20 años.
Para Michael, quien es trillizo idéntico y proviene de una familia muy unida, esta vivencia le permitió salir de su zona cómoda y vivir de manera independiente por un año, a lo que atribuye gran parte de su transformación. A su regreso a Mayagüez, admitió que las puertas continuaron abriéndose para él, gracias a que se mantuvo siempre en contacto con una red de personas muy comprometidas y profesionales.
Primero, se fue a un internado de verano como parte de la Asociación Internacional de Estudiantes de Ciencias Económicas y Comerciales (AIESEC) para ofrecer tutorías en Costa Rica. Tan pronto comenzó el semestre académico, trabajó en la semana de bienvenida a los prepas como parte del programa de Estudiantes Orientadores y Colaboradores. Y aunque el año en curso ha tenido una carga de clases bastante fuerte, divide su tiempo entre esa entidad, ofrece tutorías de Contabilidad en ADEM y pertenece a la Asociación de Lenguaje de Señas. Antes de graduarse de su bachillerato, Michael quiere pasar por la misma experiencia de Colorado, pero, esta vez, a nivel internacional. En un futuro, se visualiza realizando estudios graduados como profesor en su disciplina para continuar esa vocación de educar y ayudar que tanto le apasiona.
“Durante el intercambio, decía ‘voy a aprovechar el tiempo al máximo’ y sigo con ese pensamiento. La vida es una y quiero tratar de hacer todo lo posible para aportar positivamente y a los que me rodean”, aseguró, al tiempo que instó a los estudiantes a vivir esta oportunidad que ofrece el Programa de Intercambio para la cual existen becas y ayudas económicas.
En el RUM, la Oficina encargada de los Programas de Intercambio ofrece a los colegiales un vehículo a través del cual pueden desarrollarse académica, social y culturalmente en un ambiente universitario diferente. Actualmente, está adscrita a la NSE, que comprende un consorcio de universidades de los Estados Unidos, Canadá, Islas Vírgenes y Guam. Además, es miembro del International Student Exchange Program, que incluye instituciones en 39 países y tiene convenios de colaboración en Europa, América Latina, América del Sur y República Dominicana. Más información en su página.
SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=3914 |