El colectivo Profesores Transformándonos en Solidaridad Tornada en Acción (PROTESTAmos), iniciativa convocada por catedráticos del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) con el fin de buscar soluciones para la situación presupuestaria de la Universidad de Puerto Rico (UPR), llevó a cabo el conversatorio Plan Fiscal Sostenible UPR en el que expusieron las ideas esbozadas para atender los recortes millonarios que enfrenta la institución.
El evento, que se efectuó ante casa llena el pasado martes, 6 de junio de 2017 en el Anfiteatro Josefina Torres Torres, contó con la participación de los doctores Lissette Rolón Collazo, de Humanidades; Marcel Castro Sitiriche, de Ingeniería Eléctrica; Edwin Irizarry Mora y José I. Alameda Lozada, de Economía; así como de Barkley Cabrera Ortiz, portavoz del Movimiento Estudiantil del RUM. La doctora Jocelyn A. Géliga Vargas, de Inglés, fue la moderadora del conversatorio que inició con una perspectiva general de la propuesta también denominada Plan SoS UPR.
"El plan propone un proceso inclusivo de deliberación por diversos sectores de interés, entre ellos, el estudiantado, el profesorado, los investigadores, los no docentes, pero también sectores externos a la comunidad universitaria. Este conversatorio es una de las muchas vías que hemos encaminado para generar este proceso participativo y deliberativo de los sectores interesados en la continuidad a este plan fiscal", expresó Géliga Vargas al comienzo de la charla, que luego transcurrió en turnos de cinco minutos para los presentadores.
En primer lugar expuso Rolón Collazo, quien además de agradecer a los colaboradores del esfuerzo, reiteró la importancia de recoger la opinión de la comunidad universitaria para seguir mejorando la propuesta sometida a la Junta de Supervisión Fiscal (JsF) el pasado 30 de mayo de 2017.
"El Plan SOS tiene como parte de su germen un proceso participativo que inicia con su publicación de manera más amplia. Ya tenemos un borrador que es un documento vivo que puede crecer, mejorar y se debe nutrir de los que quieran contribuir a hacerlo mejor. Comenzamos con un ejercicio de aunar esfuerzos y talentos que existen en la UPR. Este proceso tiene dos partes. La primera, llamada participación inmediata, toma en cuenta que el documento sea llevado, en algún punto de los próximos días, a la consideración de diversos organismos de gobernanza de la Universidad. Pensando en la premura de que necesitamos tener un plan certificado, este periodo se espera que tenga de una a dos semanas de duración. La segunda parte es lo que llamamos proceso participativo continuo. Seguimos con esa etapa para que sea un documento vivo en el que puedan establecerse periodos específicos para que el insumo que llegue de manera consistente, pueda enriquecerlo y mejorarlo", afirmó la catedrática.
La presentación prosiguió con la exposición del economista Alameda Lozada, quien tituló su alocución Del Government Right Sizing al Government Social Right Sizing, al enfatizar que los conceptos utilizados en la empresa privada y en los centros de educación superior de Norteamérica no encajan en la realidad puertorriqueña.
"El modelo que tienen ellos en mente es parecerse a las universidades públicas de los Estados Unidos de América, y allí es que viene el problema. Cuando a las universidades del norte les han quitado por recortes, ellos aumentan el costo de la matrícula. Aquí, en Puerto Rico, hay un problema: la desigualdad y los niveles de pobreza son mayores y un aumento de matrícula actúa como un impuesto regresivo", enfatizó.
Destacó el rol social que tiene la UPR, muchas veces incalculable.
"El gobierno no debe evaluarse por su tamaño, sino por su eficiencia y compromiso con la entidad social. La UPR logra producir una serie de bienes y servicios que sirven mejor a la distribución del ingreso y la riqueza, provee bienes públicos como educación y salud. La Universidad es un proyecto que tiene salud con su hospital y colaboraciones. No se puede obviar tampoco el enfoque de la Red Sísmica de Puerto Rico que provee información sobre terremotos y el Sea Grant, entre otros. La UPR es un proyecto que va más allá de dar clases", puntualizó.
Mientras, Castro Sitiriche esbozó las diversas opciones que presenta la propuesta al insistir que el plan de la JSF se puede transformar.
"El plan fiscal puede ser alterado. Hay veces que se dice: 'no podemos contra la Junta de Supervisión Fiscal porque ya eso no hay quien lo cambie, tenemos que resignarnos'. He escuchado mucho decir: 'La Universidad de Puerto Rico no se quieren dar cuenta que se dará un recorte de $141 millones y es inevitable'. ¿Y qué pasó? Se alteró, lo subieron. Que se pueda subir significa que también puede bajar y esa es por la ruta que vamos", insistió.
En el turno de Irizarry Mora, el economista presentó opciones para fuentes de ingresos adicionales contenidas en el plan.
"Esbozamos tres ideas y el consenso del grupo de trabajo es que, no solamente estamos pidiendo para nosotros, si algunas de estas ideas se implementaran, podríamos proveer recursos fiscales adicionales para la UPR, sino que se acogerían fondos para el Sistema de Retiro y para la Reforma de Salud", señaló.
Mencionó como primera propuesta que se designe a la UPR un 10 por ciento de lo recaudado en el nuevo impuesto de contribución de propiedad que considera el gobierno.
"Serían unos $40 a 50 millones adicionales. No estamos con esto proponiendo que haya una imposición adicional sobre los sectores que ya pagan casi dos terceras partes de los impuestos que se recaudan en Puerto Rico. Estamos sugiriendo que sean los que tienen capacidad de pago, que paguen", sostuvo.
Agregó que la segunda propuesta sería aumentar en un .5 por ciento las contribuciones de las corporaciones extranjeras.
"Actualmente están pagando el 4 por ciento. En promedio han aportado $1,800 millones los últimos cinco años. Al aumentar en .5 por ciento esa contribución, se generarían cerca de $230 millones adicionales que se canalizaría al presupuesto de la Universidad", indicó.
La tercera iniciativa busca involucrar los talentos de la Universidad, tanto profesores como estudiantes en un esfuerzo de recobro de los evasores contributivos, morosos y deudores del Departamento de Hacienda.
"Si recibimos un 10 por ciento de esos recaudos que se dejan de cobrar, la Universidad estaría recibiendo unos $300 a $350 millones. Ese otro 90 por ciento podría canalizarse hacia salud y los fondos de retiro. De esa manera, estaríamos haciendo un esfuerzo para allegar más fondos a los sectores que serán más afectados", concluyó.
Nuevamente le correspondió el turno a Rolón Collazo, quien enfatizó en las estrategias para alcanzar eficiencia en el sistema universitario público.
"Las capas burocráticas entorpecen la gestión universitaria, la innovación y el fortalecimiento de la Universidad. Las estrategias de eficiencia toman como punto de partida tres pasos: evaluar nuestras fortalezas y retos en todas las instancias; distinguir y potenciar esas que hemos identificado como nuestras fortalezas, para que sea nuestro sello distintivo; e identificar qué acciones tenemos que seguir para convertir nuestros retos en fortalezas y para eso, debemos poner nuestro empeño", insistió.
Destacó que para lograrlo es inminente "fortalecer la autonomía académica y fiscal en la Universidad de Puerto Rico".
La jornada concluyó con la exposición del alumno Cabrera Ortiz, de ----- y líder del Movimiento Estudiantil del RUM.
"Este plan fiscal entiende la misión de la Universidad y responde a ella, no contempla la Universidad del estado como un gasto del gobierno, sino como una inversión social y económica. Reconoce el rol de la UPR con las clases más desventajadas de la sociedad y que se rija por métricas tanto cualitativas como cuantitativas es un paso importante hacia la Universidad que queremos construir. Bajo esos criterios, queremos la nueva Universidad", enfatizó.
El conversatorio, organizado por el mencionado colectivo, también contó con la colaboración de la Asociación de Profesores del Recinto Universitario de Mayagüez (APRUM) y el Movimiento Estudiantil del RUM.