Como hermosa, sacrificada y caracterizada por el quehacer en favor de los demás, así se definió la profesión escogida por 69 jóvenes, los graduandos del Departamento de Enfermería del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM). El grupo, en su mayoría, compuesto por estudiantes de honor, tuvo su Ceremonia de iniciación, en la que, ataviados con sus uniformes blancos y portando los símbolos distintivos de su encomienda, culminan su jornada colegial.
Reunidos en el Centro Cultural Baudilio Vega Berríos, de la Sultana del Oeste, junto a sus familiares disfrutaron de un evento matizado por la vocación de servicio que debe caracterizar a estos profesionales de la salud.
De acuerdo con la doctora Celia R. Colón Rivera, directora del mencionado Departamento, es el momento de aplicar el conocimiento adquirido con esfuerzo para hacer la diferencia en el bienestar de aquellos a quienes sirvan.
“Ustedes se consideran los mejores. Quién no se siente orgulloso de que nuestra sangre dejó de ser roja para convertirse en sangre verde. Sin embargo, debo hacer énfasis en que le corresponde a ustedes, probar de qué madera están hechos y de que, ser bueno, competente, es demostrar que tengo conocimiento, que las intervenciones que llevan a cabo las conducen además, con conocimiento y destreza, que el servicio que brindan sea uno de calidad y esté basado en evidencia, que utilizarán las destrezas de pensamiento crítico para hacer el mejor juicio o toma de decisiones e intervenciones, que el proceso de enfermería es la mejor herramienta que han echado en su equipaje”, sostuvo Colón Rivera.
Del mismo modo se expresó el doctor Fernando Gilbes Santaella, decano interino de la Facultad de Artes y Ciencias, quien les exhortó a disfrutar de sus carreras.
“Estoy seguro de que el Departamento de Enfermería se ha encargado de prepararles para ser excelentes profesionales y mejores seres humanos. Ante ustedes, me quito el sombrero por haber decidido escoger esta profesión. Tiene mucha satisfacción, pero a la misma vez, requiere mucho sacrificio y a partir de hoy, es cuando verdaderamente empiezan esa labor de servicio a nuestra sociedad”, indicó.
Consciente del reto al que se enfrenta, Víctor Rodríguez Santiago se definió como un servidor innato y dedicó su logro a su madre y hermana, a quienes considera piezas clave en su desempeño.
“Me siento bien agradecido porque son cuatro años que sirvieron de mucho y voy a aprovechar para ponerlo en práctica y ayudar a la gente, que es lo más que me gusta, el servicio”, reiteró el joven yaucano, quien se propone buscar un empleo, aunque no descarta en el futuro, continuar estudios graduados.
Aunque su primera opción fue estudiar Premédica, Wilmari Rodríguez Zayas, entendió en muy poco tiempo que deseaba seguir su pasión, convertirse en enfermera. Cinco años le bastaron a esta patillense para afirmar su vocación.
“Una vez me gradúe, comienzo los planes de revalidar y poder ejercer. Luego, solicitar trabajo en todos los lugares que pueda. Hay unas ofertas, pero todavía no he tomado la decisión. Ya me llegó la nostalgia por el Colegio. Ya hoy es una realidad, ¡me gradúo!”, manifestó.
Los padres de Wilmari, William y María, se mostraron sumamente orgullosos de que su hija haya alcanzado su sueño de convertirse en enfermera.
“Es emocionante, sin duda alguna, porque uno los cría, está con ellos, comparte, pero al momento de pasar la experiencia, no hay duda de que arranca lágrimas, el sentimiento es muy profundo. Ella es una niña muy dedicada, le gusta compartir con los demás, asume mucho liderato y sobre todo, tiene muchos planes de seguirse desarrollando y esperamos que esto sea un buen comienzo para esa carrera que ella desea seguir”, precisó don William.
Además de dedicarle los actos a sus familiares, los iniciantes escogieron a la doctora Solangie Pagán Lugo, encargada de los cursos de Pediatría, para distinguirla durante la ceremonia.
Asimismo, se entregaron los acostumbrados reconocimientos: el Premio Laura B. Guillén de Rivera, así como las distinciones por su labor académica de excelencia, liderazgo, y el premio Paulina R. Dávila al estudiante de excelencia académica para la próxima colación de grados.
El Premio Laura B. Guillén, que se ha entregado durante 25 años consecutivos, correspondió a Alexandra Aponte Valentín, quien recibió de las Domadoras del Club de Leones de Vista Verde, una placa y una beca de $200 por ser la estudiante más destacada del curso Enfermería de la salud de la comunidad.
Asimismo, la Sociedad de Honor Sigma Theta Thau International, Capítulo Epsilon Lambda, del Departamento de Enfermería, reconoció, por su labor académica de excelencia a: Delmarie Soto Velázquez, Kiara Santiago Hernández, Adriana Rivera Delgado, Alfredo Rivera Soto, Dayhna P. Marti Ojeda, Jayleen Feliciano Vale, Vicmarie Cortés Moreno y Alexandra Aponte Valentín.
De la misma manera, otorgó certificados de liderazgo a los integrantes de la directiva de la clase, que incluyeron a: Iris Rosario Lucena, presidenta; Brayan Mantilla De Jesús, vicepresidente; Raymond Santiago Odiott, tesorero; Giuliana Santiago Hernández, subtesorera; Wilmari Rodríguez Zayas, secretaria; y las vocales: Krismarie Marrero Ramos,Yailin Muñiz Vera, Merlinette Hernández Cruz, y Alexandra Torres Suriel.
Finalmente, se reveló que el recipiente del Premio Paulina R. Dávila, el galardón que otorga el Departamento de Enfermería a su estudiante más destacado, corresponde a: Brayan Mantilla De Jesús. El mismo se otorgará durante la próxima colación de grados de julio 2017.