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Cálido y enérgico verano

Por Idem Osorio De Jesús (idem.osorio@upr.edu)
PRENSA RUM

viernes, 11 de agosto de 2017
Utilizaron como símbolo la etiqueta #Beactive o mantente activo, para fomentar la actividad física y la pasión por el deporte en más de 140 niños y jóvenes, quienes dejaron a un segundo plano sus aparatos electrónicos y su atadura a la tecnología, al menos por nueve horas diarias, para vivir una aventura veraniega de diversión y movimiento.
 
No parece una tarea fácil en plena era digital, pero esa fue la travesía en la que se embarcó el Tarzán & Jane’s Summer CAAMp del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), que celebró su más reciente edición del 2 al 25 de julio pasado.
 
En palabras de la directora, Natacha Alequín Montalvo, la misión se pudo cumplir gracias a la entrega de los participantes y al compromiso de todo su equipo de trabajo, integrado por líderes, instructores y personal de apoyo. Llenar una agenda de eventos deportivos y recreativos para incentivar una vida saludable en un ambiente seguro y educativo, fue sin duda la meta alcanzada.
 
“En el área oeste somos el campamento más completo que podemos ofrecer variedad a estos chicos de entre 5 a 15 años. Tenemos sobre 17 deportes, los dividimos en 10 grupos por edades. Hemos estado encargados de cumplir con cada una de las expectativas de los padres, de los departamentos de Recreación y Deportes, de la Familia, y todos los requisitos para poder trabajar con niños”, explicó la encargada, quien posee un bachillerato en Enseñanza de Educación Física y actualmente realiza su maestría en Kinesiología, con concentración en Pedagogía, ambos grados del RUM.
 
De hecho, dado a su bagaje académico en la disciplina, la también jugadora profesional del equipo de Morovis del Baloncesto Superior Nacional, recalcó la relevancia de sembrar esa semilla en los pupilos de este ofrecimiento colegial.
 
“Esta es mi pasión, me gusta que los niños estén participando en todo momento, que estén activos, sin nada de tecnología. Es bien difícil al principio porque están 24/7 con los celulares, pero no lo permito, se los digo a los papás y, poco a poco, ellos entienden mi mensaje y se envuelven en el deporte. Tratarlos bien es el objetivo principal, así como bajar la obesidad y el sedentarismo. Por lo menos, estos 17 días me voy satisfecha porque lo logramos”, aseveró.
 
Para cumplir con el cometido, el colectivo se lanzó a un ambicioso programa que incluyó natación, tenis de campo y de mesa, ráquetbol, baloncesto, volibol, gimnasia, lucha olímpica, judo, pista y campo, béisbol y sófbol, balompié, arco y flecha, boxeo, baile y ritmo, polo acuático y, la innovación de este año: el Flag football. Todo se complementó con otras ya esperadas como la bicicletada y el pasadía con inflables, y tuvieron lugar en las instalaciones del RUM.
 
“Aunque no salimos afuera a giras, se las traemos aquí al campus o contactamos a los propios lugares de interés del Recinto como la Finca Alzamora, donde sembraron plantas y conocieron más de la agronomía. También tuvimos un compartir familiar muy exitoso y fuimos al Planetario, que a ellos les gustó mucho. Además, traigo otras charlas educativas para que se motiven a quedarse en este Recinto estudiando. Por eso es que los que tienen 15 años o más, usan la camisa verde, para que ya sientan esa dinastía”, subrayó.
 
Este es el quinto año en que Natacha dirige esta iniciativa, que ha sido una tradición colegial de más de cuatro décadas para hijos de empleados, exalumnos y, en especial, para la comunidad. Junto a Félix “Pompi” Vega, en la parte de coordinación, uno de los distintivos de este colectivo ha sido el minucioso adiestramiento de su personal.
 
“Uno de los propósitos primordiales es también preparar a los instructores con tiempo. Les explicamos qué deseamos que ellos les ofrezcan a estos chicos en esos 17 días. Son atletas del mismo deporte o maestros de Educación Física, quienes pasan por un proceso de entrevista con una parte teórica y otra práctica donde nos van a demostrar si están capacitados. Somos exigentes”, aseguró la Directora, al tiempo que mencionó que los líderes son reclutados de igual forma.
 
Las voces de las Juanas y los Tarzanes
 
Van desde muy pequeños, con tan solo cinco años, hasta los experimentados jóvenes de 15 y 16, probados ya como todos unos colegiales de sangre verde. Se distinguen por los colores de sus camisetas que los separa por edades, pero al final del día, se unen en un gran conjunto de Juanas y Tarzanes, los de menor edad en el recinto mayagüezano de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
 
Prensa RUM recogió las impresiones de algunos de ellos para comprobar cómo fue su vivencia, por qué regresan año tras año y qué es lo más que les encanta de esta travesía.
 
La primera valiente en hablar fue Narah Victoria Ramírez Corales, de ocho años y estudiante de la Academia La Inmaculada Concepción en Mayagüez, quien es toda una experta campista, pues esta es su tercera incursión. 
 
A la pregunta de qué es lo más que disfruta, Narah respondió de inmediato: “Participar en los deportes, en el tenis, baloncesto y ráquetbol. Me gusta compartir con mis amigos y seguir las reglas”.
 
Para Sebastián Hurtado, alumno de 11 años de SESO, también este es su tercer año en la aventura colegial. 
 
“Me gusta regresar porque Natacha es muy buena directora y siempre vengo con amigos al campamento y la paso bien. Uso el celular como una hora al día o menos porque siempre estoy activo afuera jugando baloncesto y soccer", contó Sebastián sobre sus eventos favoritos.
 
Por su parte, Rafael Méndez y Elías Beauchamp Batista son dos de los veteranos del Tarzán & Jane's Summer Camp, con cuatro años de formar parte de la iniciativa y listos para continuar el próximo año, aunque sea de manera voluntaria en calidad de líderes.
 
“Lo que me gusta es que puedo hacer amigos a los que puedo llamar mi familia, y en los deportes el más que disfruto es el baloncesto”, opinó Rafael, en undécimo grado de la Academia Cristiana Catacumba en Añasco.
 
Un sentimiento similar es el que embarga a Elías, con sangre verde desde muy pequeño, pues su papá es profesor de Ingeniería. 
 
“Venir aquí es otra cosa, es un privilegio porque ya tengo una familia, ya llevo en este grupo cuatro años y no ha cambiado para nada. Estamos bien unidos”, reveló el discípulo de la Escuela Segundo Ruiz Belvis de Hormigueros, cuya pasión es el baloncesto, aunque disfrutó mucho del polo acuático.
 
“Desde el 2014 vengo aquí y puede ser que el año que viene esté como Natacha y los demás, de voluntario, porque no importa que este sea mi último año, también puedo trabajar aquí, es una pasión, ya está en el corazón”, puntualizó.
 
Con similares palabras se expresaron algunos de los líderes e instructores, cuya vivencia ha sido igualmente enriquecedora desde sus respectivos campos y especialidades.
 
“Es una responsabilidad que se lleva siempre porque los padres nos dan sus tesoros para cuidarlos y para que hagamos ese tiempo divertido, instructivo y que aprendan a compartir con personas de su misma edad. Es un excelente campamento por muchos aspectos: el de seguridad, la organización y que se le da la oportunidad a todos de expresarse de diferentes maneras, en el talento que puedan demostrar. Esto es un aliciente para ellos moverse, brincar y saltar de manera divertida, pero segura”, subrayó la líder Judith Valentín Rodríguez, educadora de Educación Física con 23 años de experiencia y maestra de la Escuela Luis Muñoz Rivera de Mayagüez.
 
En el caso de Edisa Lagares, su motor principal ha sido lograr contagiar su amor por el tenis, que practica hace 12 años, logrando representar incluso al equipo colegial de las Juanas. 
 
“A mí me encanta, me fascina poder transmitir el deporte, la pasión, el pica power aquí y más ahora que Mónica Puig, nuestra primera puertorriqueña en traernos una medalla de oro, fue en el tenis. Me siento orgullosa de poder enseñarlo y dar esa representación a nuestros próximos estudiantes. Me llena ver niños que llegan que no saben ni cómo coger una raqueta y cuando se van te dan un beso y un abrazo, y te dicen ‘misis, gracias, por ti sé jugar’, realmente es gratificante”, aseveró la estudiante en quinto año de Horticultura.

  • El polo acuático fue uno de los 17 deportes que practicaron los participantes en esta edición del <em>Tarzán & Jane’s Summer CAAMp</em>.<br>Foto captura/Prensa RUM
  • La agenda del campamento incluye charlas educativas. En la foto, Valeria Díaz Acevedo les habla sobre el Escutismo y la Tropa 39 del RUM.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
  • Cada instructor deportivo pasa un riguroso proceso de selección para lograr transmitir a los chicos lo mejor de su disciplina.<br>Foto captura/Prensa RUM
  • La misión principal incentivar una vida saludable en un ambiente seguro y educativo.<br>Foto captura/Prensa RUM
  • El cierre del campamento contó con un despliegue de talento de los participantes.<br>Suministrada
El polo acuático fue uno de los 17 deportes que practicaron los participantes en esta edición del <em>Tarzán & Jane’s Summer CAAMp</em>.<br>Foto captura/Prensa RUMLa agenda del campamento incluye charlas educativas. En la foto, Valeria Díaz Acevedo les habla sobre el Escutismo y la Tropa 39 del RUM.<br>Carlos Díaz/Prensa RUMCada instructor deportivo pasa un riguroso proceso de selección para lograr transmitir a los chicos lo mejor de su disciplina.<br>Foto captura/Prensa RUMLa misión principal incentivar una vida saludable en un ambiente seguro y educativo.<br>Foto captura/Prensa RUMEl cierre del campamento contó con un despliegue de talento de los participantes.<br>Suministrada
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Video reportajes disponibles en:
youtube Tarzán & Jane’s Summer CAAMp en el RUM

SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=3996