El Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) perdió a uno de sus baluartes, en la figura del doctor Fred Vidal Soltero Harrington, segundo rector de esta institución y férreo defensor de la autonomía académica y administrativa del que siempre fue su amado Colegio.
Don Fred, como le llamaban sus compañeros colegiales, nació el 22 de junio de 1928 y falleció en la madrugada del pasado lunes, 4 de diciembre, a la edad de 89 años.
“La familia colegial se viste de luto, nuevamente, al perder a uno de sus ilustres integrantes, el doctor Fred Soltero Harrington, cuyas ejecutorias siempre se caracterizaron por su lucha inquebrantable por nuestro Recinto y por la filosofía que tenía como norte de que la Administración está al servicio de la Academia. Desde esa perspectiva, guió los caminos del Colegio al crear el Decanato de Administracióny bajo este, múltiples iniciativas económicas y de crecimiento laboral que le otorgaron mayor control de sus fondos al RUM y mayor productividad y eficiencia a sus empleados docentes y no docentes”, expresó la profesora Wilma Santiago Gabrielini, rectora interina del RUM.
La amplia labor académica y en favor de la educación del doctor Soltero quedó evidenciada al fungir por más de seis décadas como catedrático en el Departamento de Química, del que también fue director; decano de Estudios o de lo que ahora es Asuntos Académicos; director ejecutivo de la Asociación y Fundación Alumni y fundador de la Asociación de Claustrales Jubilados (ACJ), entre otras innumerables aportaciones a la enseñanza colegial, recordó la también arquitecta.
La fructífera gesta de doctor Soltero no solo se circunscribió al otrora Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas, del que se graduó en 1948 del Departamento de Ingeniería Química; ya que también se desempeñó como rector de la Administración de Colegios Regionales de la Universidad de Puerto Rico (UPR), presidente y comisionado del Deporte de la Liga Atlética Interuniversitaria, decano de Ciencias de la Escuela de Medicina de Ponce, profesor en el Departamento de Ciencias Naturales de la Universidad del Sagrado Corazón y secretario de Recursos Naturales del Gobierno de Puerto Rico.
Su cargo más reciente fue el de historiador del Colegio -como él se denominó en una de las varias entrevistas que le realizó esta servidora- al escribir alrededor de 15 libros sobre diferentes temas del RUM. Uno de estos, 50 años de historia colegial, una compilación de artículos, fotos y reseñas del primer siglo de vida del Recinto, es un referente obligado para quien necesite saber más sobre ese periodo de historia del siempre llamado Colegio de Mayagüez.
“Nos unimos a la pena que embarga a sus familiares, en especial, a su señora viuda, doña Nilda Flores Ellis; sus hijos, los doctores Fred Vidal, Diana Isabel y Eduardo Soltero Flores, este último compañero profesor del Departamento de Kinesiología; sus nietos y amigos. Elevamos una oración para que encuentren consuelo ante esta irreparable pérdida y por el eterno descanso del alma de este inigualable colegial”, manifestó la rectora.
A estas expresiones de condolencias se sumaron las del doctor Darrel F. Hillman Barrera, presidente interino de la Universidad de Puerto Rico (UPR), quien manifestó en declaraciones escritas a toda la comunidad de ese sistema educativo que “si hubo alguien que se entregó a la UPR en cuerpo y alma, fue él”.
Coincidió con ambos, la doctora Marta Moreno, vicepresidenta de la ACJ, quien lo describió como un visionario al fundar dicha organización, hace casi 30 años.
“Para él, la vida del profesor no tenía por qué terminar con la jubilación. Era preciso que hubiese un eje que los mantuviera unidos entre sí y, sobre todo, a ese querido Colegio que tanto amó y defendió. En esta asociación se mantuvo activo hasta sus últimos días, siempre vigilante de su trayectoria y de los mejores intereses de la misma”, expuso.
Yamileth Valentín Centeno, presidenta de la Asociación y Fundación Alumni, otra de las entidades que ayudó a crear, se unió al coro de voces que lamentaron el deceso de este multifacético ícono colegial.
“Don Fred fue el alma de nuestra organización y viviremos eternamente agradecidos por su tenacidad, compromiso y valentía en la defensa de los valores de la Universidad. Asimismo, por dar el todo por el todo para apoyar a estudiantes, de todas las generaciones, a través de las becas que instituyó y que nutrió con sus recursos”, precisó.
Asimismo, las palabras de duelo en las redes sociales no se hicieron esperar tras conocerse la noticia de su partida terrenal. Expresiones como “excelente profesor y ser humano. Tuve el privilegio de tomar la clase de Química Ambiental y pude desarrollar una opinión crítica de los mensajes que nos llegan a diario”, por parte de Carmen C. Román Ortiz y "Mi pésame a su familia. Fue mi profesor de Química Ambiental, excelente ser humano. ¡Qué descanse en paz!", de Manuel E. Fuentes Alsina, fueron algunas de las manifestaciones que escribieron los usuarios para exteriorizar su admiración y respeto por doctor Soltero. Del mismo modo, la doctora Nilda Aponte, pasada directora del Departamento de Ciencias Marinas, expuso que “don Fred, era un mentor a tiempo completo para los que tuvimos la fortuna de trabajar de cerca de él. Con opiniones fuertes y sustentadas, era una fuerza mayor a la hora de disentir. Era igualmente fuerte en los acuerdos, sus razones siempre sobre la mesa. Aprendí mucho y estoy orgullosa”.
De igual forma y como parte de un homenaje a la memoria de este pilar colegial, durante tres días, el Recinto izó sus banderas a media asta y el carrillón tocó varias melodías, incluido el Himno Alma Mater. También se realizó una guardia de honor por parte de personal docente y no docente, y la agrupación estudiantil Chorium interpretó algunas canciones durante sus exequias fúnebres. Allí, Carlos E. Rosas Muñiz, decano interino de Administración en representación de la rectora, quien se encontraba en gestiones oficiales fuera del país, exaltó la trayectoria del segundo rector del RUM.
“Su encomiable labor, tanto como exalumno del otrora Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas, como profesor y como amigo, definitivamente, es uno de los mejores ejemplos para todos nosotros en la comunidad colegial. Su verticalidad, simpatía y, sobre todo, su amor desinteresado por el Colegio, lo convierten en líder indiscutible y verdadero baluarte del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico. Yo los exhorto a emular sus incuestionables enseñanzas y a tener solo un poquito de ese amor que él sentía por el Colegio, ese que en una de sus últimas apariciones públicas resumió con el tan impactante enunciado: El Colegio ha sido mi vida”, indicó.
Su sepelio se realizó ayer y sus restos fueron trasladados al camposanto Mayagüez Memorial con una corona de flores que formaban la letra "C" de su adorado Colegio.
Precisamente, durante una de sus últimas apariciones públicas en su venerado Colegio, don Fred declaró su dedicación a este Recinto, como siempre hacía cada vez que se le presentaba la ocasión.
“En 1944, entré de prepa aquí al Colegio y desde entonces, he estado unido a él. El Colegio para mí ha sido la vida entera. Empecé con don Luis Stefani en el 44 y hacía un año que a él lo habían nombrado vicerrector. Desde entonces, yo he vivido toda la historia del Colegio y fui rector dos veces y ahora estoy jubilado, pero siempre llevo el Colegio, aquí, aquí adentro”, puntualizó con una mano en su corazón.
¡Descanse en paz, extraordinario colegial!