De anfitrión invernal el Natatorio
El Complejo Natatorio del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) se convirtió la pasada temporada navideña en la casa de los integrantes del equipo de natación y clavado de la Brigham Young University (BYU) en Utah, quienes por espacio de una semana pudieron realizar sus prácticas invernales en las instalaciones colegiales, al mismo tiempo que vivieron una experiencia cultural única y hasta brindaron ayuda a comunidades afectadas por el paso de María.
“Contamos con la visita de estos jóvenes desde el 28 de diciembre hasta el 4 de enero. Estuvieron poco tiempo, pero pudieron realizar sus entrenamientos, hicieron turismo y labor comunitaria, lo que nunca antes había pasado. Ya venían preparados con artículos para donar y trabajar, querían hacerlo, ya que provienen de una universidad con base mormona y se lo disfrutaron grandemente. Para ellos fue una ayuda bien bonita que pudieron llevar por los campos de Rincón”, relató la licenciada María L. Gaud Vélez, directora del Complejo Natatorio y ayudante especial de la Rectora.
De hecho, según se desprende de una reseña que publicó la página de BYU, sobre esta experiencia, fue el entrenador principal, John Brooks, quien insistió en traer al RUM al equipo de 64 atletas, a pesar de la imagen lacerada que se había difundido en los medios de comunicación en el exterior por la devastación ocurrida en el país tras el fenómeno atmosférico.
Al conocer las instalaciones de primera con las que cuenta el Colegio, y también con la confirmación de que en la región oeste ya estaban restablecidos la mayoría de los servicios básicos, el grupo no dudó en llegar a suelo boricua, donde tenían como misión dejar una huella, aparte de su objetivo deportivo.
Los apodados Cougars disfrutaron en su totalidad y exclusividad las tres piscinas del Complejo, por lo que pudieron realizar cómodamente sus prácticas, en las que estuvieron acompañados por un comprometido equipo de trabajo, entre ellos los salvavidas colegiales.
“Nos trataron como realeza”, aseguró el dirigente Brooks en la reseña, sobre la hospitalidad y generosidad que recibieron en su estadía.
Así también lo constató Félix Padilla Cancel, quien ocupa la posición de Salvavidas regular en el Natatorio y tuvo la oportunidad de colaborar y confraternizar con el equipo de atletas de la ciudad de Provo en Utah, que -por cierto- hablan español perfecto y aprovecharon la visita para practicar.
“La experiencia fue buena. Quedaron bien agradecidos con el servicio que les brindamos y el trabajo que hicimos todos los salvavidas. Además, estaban impresionados con las instalaciones, les gustó mucho el campus y dijeron que quieren volver al finalizar este año. No se querían ir porque cuando regresaran a su estado la temperatura iba a estar en 10 grados bajo cero. Una de las cosas que más les llamó la atención era que tenían tres piscinas, la de clavado, calentamiento y la olímpica, por lo que se sentían más cómodos para sus prácticas que eran de 8:00 a 10:00 a.m. y de 4:00 a 6:00 p.m. todos los días”, relató Padilla Cancel.
El grupo, que se hospedó en el Hotel Villa Cofresí en Rincón, dividió su tiempo de entrenamiento con la labor comunitaria que los llevó a varios sectores afectados de ese municipio a entregar sistemas de filtración de agua y a colaborar en trabajos de reconstrucción, algo que los marcó, según se destaca en el escrito publicado por BYU.
Por su parte, la Directora del Complejo Natatorio agradeció a la universidad visitante su apoyo en esta coyuntura histórica, que redujo extremadamente la cantidad de instituciones educativas que por lo regular sobrepasan las 15 y han realizado sus prácticas invernales en el RUM por los pasados siete años.
Esa dramática disminución se tradujo en una merma en los ingresos de esa dependencia, ya que los fondos que estas aportan, contribuyen grandemente a sufragar el mantenimiento de las piscinas, entre otros fines. Desafortunadamente, la imagen que se presentó de la devastación de la isla, hizo que muchas de esas entidades retiraran su participación, a pesar de que se les reiteró que, tanto las instalaciones como el área oeste se encontraban preparados para recibirlas.
Esta actividad representa cada año un incentivo económico, no solo para la Universidad, sino para la industria turística de la región. El Natatorio, por sí solo, es un gran atractivo para los equipos y sus dirigentes por sus instalaciones de primera, las que se lograron mantener al día a pesar de la crisis causada por el ciclón. Otros beneficios que representan incluyen la experiencia cultural con los estudiantes de los diferentes estados y la red de contactos que se gesta con la posibilidad de afianzar posibles acuerdos o intercambios.
“Nuestro interés siempre fue recibir a todas las universidades y luego de María, el mismo 21 de septiembre estuvimos aquí con la misión de conservar las piscinas. Además, queríamos que fuera nuestra cisterna en el caso de que se tuviera que suministrar agua a nuestros empleados o a Mayagüez. Gracias a la ayuda que nos dio el contratista encargado se limpiaron a tiempo y se mantuvieron en buen estado. No hubo necesidad de utilizarla para esos fines, pero estamos satisfechos con la labor cumplida”, reiteró Gaud Vélez.
De la misma forma, afirmó que están en el proceso de concretar distintas iniciativas para allegar fondos e incentivar su uso, como, por ejemplo, para entrenamientos durante el receso de primavera de las instituciones estadounidenses, y con acuerdos con la Federación Puertorriqueña de Natación, entre otras.
Por su lado, Joanna B. Ortiz Matos, coordinadora del Natatorio y asistente de la Directora, informó que el Complejo, que incluye además las Canchas de Tenis y Ráquetbol, continúa su programa educativo con sus diversas clases de natación, tenis, yoga, acuaeróbicos y salsa, que ya se ofrece en su modalidad básica, intermedia y avanzada. Además, adelantó que están en el proceso de coordinar nuevamente su programa de verano que se anunciará próximamente.
“Las instalaciones de nosotros son del pueblo de Puerto Rico, queremos que todo el mundo las pueda disfrutar. Siempre estamos buscando iniciativas que nos permitan obtener esos fondos necesarios, pero también estamos dispuestos a que sean de beneficio para instituciones y para la comunidad. Nuestra meta en la dirección del Natatorio es generar el dinero porque se avecinan tiempos difíciles y queremos contar con nuestros recursos, nuestros empleados para poder mantenerlas funcionando. Todo lo recaudado es para ese fin y para dar servicios. Además, son tremendas instalaciones y tenemos que usarlas al máximo”, puntualizó la Directora.
Favor de visitar el siguiente enlace para leer la reseña de BYU: Cougars Find Time to Train and Serve in Puerto Rico y aquí para ver el video de la experiencia documentada por los Cougars.
SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=4092 |