Cuando las personas suman sus fuerzas en pos de un acuerdo común, se obtienen grandes resultados. Así quedó comprobado, con la celebración del primer Community Service Day en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), en el que participaron cerca de 200 voluntarios.
En la iniciativa, que gestó la profesora Wilma Santiago Gabrielini, rectora interina del Recinto, participaron empleados y estudiantes con el objetivo de remozar el siempre Colegio de Mayagüez.
"Tras el huracán María, el Colegio ha recibido la buena voluntad, tanto de la familia universitaria como de la comunidad general, que ha expresado su deseo de seguir ayudando en la rehabilitación de nuestro campus. Es por eso, que instituimos el Community Service Day, para continuar con el proceso de rehabilitación de nuestro Recinto. Hicimos un llamado y dijeron presente. Estaba convencida de que nuestra familia colegial diría presente, y sobrepasaron mis expectativas, detuvieron sus agendas, y prestaron sus manos dejando su huella en cada rincón que trabajaron y esto fue extraordinario” expresó a la Rectora.
De esta forma, el pasado sábado fue el día señalado para que los miembros de la familia universitaria del RUM pusieran manos a la obra y, con sus propios instrumentos de trabajo y donando los materiales que utilizaron, pintaran edificios y renovaran los jardines del campus mayagüezano de la Universidad de Puerto Rico, entre otras labores de limpieza y jardinería.
“Hay que destacar el sentido de compromiso y de pertenencia que se ha demostrado, una vez más. Tenemos un cuerpo trabajador espectacular, pero este es un Recinto grandísimo y necesitábamos devolverle al Colegio por tanto que nos da, como el sustento y la calidad de vida, como en ningún otro trabajo podemos tener. Esto sobrepasó nuestras expectativas por mucho”, aseguró, de igual forma, Rocío Zapata Medina, ayudante especial de la Rectora y quien fue la coordinadora del esfuerzo junto con Carmen Patricia Parés, también ayudante de Santiago Gabrielini, y Keyla Ruiz Candelaria, del Decanato de Administración.
Edificios como el Administración de Empresas, el Complejo Natatorio, Recursos Humanos y el Coliseo Rafael A. Mangual, en donde se recogieron escombros, fueron algunas de las instalaciones remozadas. Mientras, en el Natatorio recibieron ayuda de varias entidades de egresados, entre ellas, la Fundación y Asociación Alumni, la Asociación de Padres del RUM y la Asociación Yo Soy Colegio, que ofrecieron tanto su mano de obra, como sus donativos.
De hecho, el Mangual estuvo a cargo de los jóvenes de los equipos de Porrismo, Baile y Judo, quienes hicieron las labores de limpieza a la vez que llevaban a cabo las respectivas prácticas de sus disciplinas, según señaló el profesor Fernando Gaztambide, decano interino de Estudiantes.
“Los alumnos han cooperado con este proyecto de la señora Rectora y me parece que ellos son los mejores portavoces para el éxito de un futuro proyecto que hagamos”, sostuvo el decano.
Precisamente, Zapata Medina indicó que ya se planifica un segundo evento, en el que se puedan “impactar aquellos edificios que no se pudieron trabajar hoy”, al tiempo que elogió la labor de algunas organizaciones de alumnos, como BiciCoop, que tuvo a su cargo el pintar el encintado de algunas de las principales avenidas colegiales.
Otros estudiantes que pusieron su granito de arena para el embellecimiento del RUM fueron los niños escuchas de la Manada 39 y los de la Tropa 39, dirigida por Carlos Díaz-Piferrer, ambas adscritas al Recinto, quienes, acompañados de sus padres, colaboraron gozosos en lo que consideraron como una nueva aventura.
Ese fue el caso de Claudia Leticia López Curet, la única niña de ese grupo escutista, quien contó muy entusiasmada que quería ver el Colegio limpio, porque pasaba mucho tiempo en la institución.
“Limpié hojas para que Puerto Rico no se vea regueretea’o”, indicó con candidez la niña de siete años, alumna de Southwestern Educational Society (SESO), en Mayagüez.
Tanto ella como su hermano Alfredo Manuel, vinieron con su progenitor, el doctor Alberto López, profesor en el Departamento de Geología y quien, además, se desempeña como scout master asistente de la Manada 39 del RUM.
“Somos parte del Colegio y queremos ayudar para que todo se vea bonito. También, para que los niños aprendan a que no, solamente, uno ayuda en su casa, sino a la comunidad donde reside nuestra manada, que es el Recinto”, expuso.
“Agradecemos la labor voluntaria de nuestros empleados porque ellos, practicamente, están diariamente en estas funciones y venir un sábado a realizar estas tareas es muy meritorio. Me siento muy orgulloso de mi personal de Planta Física, que en la pasada emergencia y ahora, ha dado cátedra del trabajo que aquí se realiza”, destacó, por su parte, Carlos E. Rosas Muñiz, decano interino de Administración.
Coincidió con este, la Rectora, quien extendió sus palabras de elogio para la comunidad colegial.
"Viví momentos de emoción y de gran satisfacción caminando por el campus. Las caras de entusiasmo, amor, compromiso y solidaridad contagiaban. Profesores, empleados, exalumnos y estudiantes, familiares y amigos del Colegio mano a mano, compartiendo, trabajando, sembrando, pintando y, a la vez, embelleciendo nuestras áreas verdes, edificios, carreteras y oficinas", enfatizó en una misiva que envió a la comunidad universitaria.
Santiago Gabrielini reiteró su agradecimiento a los colegiales, en entrevista con Prensa RUM.
“Deseo agradecerles a todos por haber dicho presente hoy. Hicimos un llamado y ellos respondieron. Así hacemos Colegio. Así hacemos un mejor Puerto Rico. Gracias a todos”, puntualizó.