Aspiran a crear un centro de manejo de desperdicios electrónicos, tal como lo hacen muchas universidades en Estados Unidos y en otros países del mundo, pero saben que para alcanzar esa meta, deben educar a la comunidad para propiciar una transformación de pensamiento y de conducta. Ese es el reto de la organización e-Depot Community Initiative (e-D.C.i), que celebró la quinta edición de su ECO-Expo 2018 en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
El emblemático evento sirvió, una vez más, como coyuntura para agrupar a representantes del gobierno y la industria, así como colectividades comunitarias y ambientales con miras de aportar al tema desde sus respectivas ópticas. Tres conferencias principales conformaron la agenda que transcurrió recientemente en el tercer piso del Centro de Estudiantes, donde, además, se desplegaron mesas informativas de proyectos, iniciativas y productos ecológicos.
Nelson Rivera, presidente de e-D.C.i y estudiante graduado de Administración de Empresas, explicó que se trata de una muestra del trabajo que realiza el colectivo para arrojar luz sobre el problema de los desperdicios en la isla, en especial los electrónicos, conocidos como e-waste. De igual forma, una de sus metas es afianzar lazos entre los diversos sectores e instruir sobre la seguridad informática y el cooperativismo, para fomentar, tal como reza su lema: “la incesante búsqueda de armonizar una economía solidaria con el medioambiente”.
En esa misma dirección se expresó su consejero académico, el doctor Iván Baigés Valentín, quien explicó que para impulsar ese cambio cultural es esencial comenzar a analizar los patrones de la ciudadanía al disponer de la basura.
“Estamos tratando de crear conciencia. Todo el mundo sabe recoger latas de aluminio y reciclarlas, pero una pregunta grande es qué hago con mi computadora o con mi celular cuando los boto. No solamente es manejar esos dispositivos electrónicos que poseen material tóxico dentro, sino también cómo disponemos de la información que contienen. Así que, gran parte de lo que estamos mirando es el asunto de los desperdicios sólidos en Puerto Rico”, afirmó el catedrático del Departamento de Ciencias de Ingeniería y Materiales.
De hecho, el profesor subrayó la relevancia de la propuesta en el contexto histórico que vive el país tras el paso de dos ciclones hace ocho meses, que generaron una gigantesca cantidad de remanentes de la flora, escombros y restos de enseres en todos los rincones de la isla.
“Ya teníamos una crisis antes y, después de María, se multiplicó la cantidad de material vegetativo y de aparatos que se dañaron. Si no tenemos cuidado, podemos llevar al vertedero desecho que podría ser apto para composta y que ocupa espacio de otros desperdicios. Sabrá Dios qué cosas veremos en el futuro como consecuencia de ese caos que pasó después del huracán por falta de comunicación y seguimiento”, agregó.
Para encaminar la primera discusión y establecer el contexto, se invitó a Antonio Ríos, director ejecutivo de la Autoridad de Desperdicios Sólidos (ADS); y Mickey Ray, de la compañía The Earth Group, Inc., asesora en asuntos de desperdicios y reciclaje para varias entidades, entre ellas, 22 municipios. Con el título de Situación actual de la reglamentación, fiscalización y manejo de desperdicios en la isla, el panel -moderado por Baigés Valentín- permitió a los expertos hablar de la situación desde sus perspectivas, tanto gubernamental como privada.
“Ha habido un reto bastante difícil porque el impacto de María trastoca la generación de basura que ha habido en el país. Nosotros, en la Autoridad, estamos trabajando de una forma sustentable, tratando de que el material vegetativo sea manejado de una forma que lo que se recoja, se utilice para hacer composta y mejorar los terrenos. Para eso, estamos haciendo alianza con el Colegio de Mayagüez en el área de agronomía y también con algunos de ingeniería. Tenemos que incluir a la Universidad en este proceso, aquí hay mucho personal técnico, mucho conocimiento, y esa es la parte que queremos reforzar e integrar a lo que estamos haciendo”, aseveró el director de ADS en un aparte con Prensa RUM.
Por su lado, Ray presentó un panorama general de la situación actual de la isla en términos de pérdidas de árboles luego de los desastres atmosféricos de 2017. Esto desembocó en un exceso monumental de material vegetativo que aún no se ha triturado por completo y que ocuparía, de completarse esa tarea, el 73 por ciento de la capacidad que tienen los vertederos en la actualidad.
El presidente de la empresa, fundada en 1992 y con oficina principal en Guaynabo, reiteró que se trata de una situación sumamente alarmante que requiere la intervención de múltiples voces, no solo del estado, sino de la empresa privada y, en especial, de la ciudadanía. Mencionó como alternativa la creación de una alianza de cooperativismo en la que se involucren todos los sectores en el manejo de desperdicios sólidos en el país, que sea sinónimo de un progreso responsable.
Precisamente, el segundo panel se enfocó en el movimiento cooperativo de Puerto Rico, moderado por el doctor Edwin Irizarry Mora, del Departamento de Economía; y el tercero se completó en la tarde, concentrado en la seguridad informática y crímenes cibernéticos con la intervención de oficiales de la Policía, el FBI y expertos de la industria. El ECO-Expo se dedicó este año a los doctores Baigés Valentín e Irizarry Mora, así como al educador y pescador mayagüezano Ramón Pizzini.
Una de las organizaciones que dijo presente en la exposición fue Sierra Club, entidad de base comunitaria ambiental que trabaja en diversos proyectos, entre estos el de promover energía renovable a través de paneles solares y eólicos.
“La campaña de nosotros va a impulsar un sistema energético en Puerto Rico que sea resistente a las tormentas, resiliente y económico. Creemos que la energía solar es la respuesta para eso. Además, seguimos enfocados en las comunidades, ya que nos hemos dado cuenta que las que mejor resultaron después del paso de María fueron las que estaban organizadas porque pudieron recibir asistencia y ayudarse ellos mismos”, destacó José Menéndez, presidente del capítulo puertorriqueño, quien agradeció el foro que le brindó el RUM para poder darse a conocer e impactar a la región oeste.
El Departamento de Ciencias de Ingeniería y Materiales, así como Campus Verde y el Centro Hemisférico de Cooperación en Investigación y Educación en Ingeniería y Ciencias (CoHemis) colaboraron en la coordinación del foro. Asimismo, Rivera, su organizador principal y su consejero adelantaron que esperan continuar con la celebración de esta plataforma que dará paso, eventualmente, a cumplir con uno de sus objetivos más significativos.
“La Universidad de San Diego, en California, tiene una cooperativa con estudiantes que reciben computadoras, las toman, las reacondicionan y se las donan a escuelas y otras personas. Si no sirven, se reciclan y se maneja la información. La meta nuestra es llegar a tener eso en nuestro Recinto”, puntualizó el catedrático.